El noroeste de Salta se mantiene en vilo por la crecida histórica del río Pilcomayo. El agua desciende con fuerza desde Bolivia y los habitantes de la localidad de Santa Victoria Este rezan para que el anillo de contención soporte la furia de la naturaleza. Ayer a la madrugada, la ciudad cabecera quedó aislada luego de que la fuerza del río "comió" el pavimento en parte de la ruta provincial Nº 54.

El Pilcomayo llegó a un nivel histórico de 7,26 metros de altura y el agua cortó el acceso vial en los parajes Gauchito Gil y La Miguelina. "Fue alrededor de la una de la madrugada. Como no podemos llegar por vía terrestre, estamos prestando asistencia y sacando a la gente más vulnerable a través de botes y con ayuda aérea", indicó ayer a LA NACION el secretario de Protección Civil de Salta, Néstor Ruiz de los Llanos.

Desde que días atrás se declaró el estado de alerta para las zonas linderas al cauce del Pilcomayo, más de 7500 personas se vieron afectadas por las inundaciones. Alrededor de 3000 víctimas fueron reubicadas en centros de evacuados dispersos en Tartagal y otras localidades cercanas a la ruta 54, en tanto que el resto de los salteños se mudó a viviendas de familiares, según explicó el funcionario.

La alerta hídrica se mantiene para las próximas horas debido a que, según el relevamiento de lo que ocurre con el cauce del río en ciudades bolivianas como Villamontes y Puente Aruma, "es mucho el caudal de agua que aún llega desde allá". En esas estaciones el nivel superaba los cinco metros. "Para nosotros es una alerta cuando el agua pasa los tres metros", agregó Ruiz de los Llanos.

El Pilcomayo no deja de crecer y aísla a varios parajes salteñosEl Pilcomayo no deja de crecer y aísla a varios parajes salteños Fuente: Télam
El municipio de Santa Victoria Este se encuentra conformado también por más de una decena de comunidades de pueblos originarios que viven a la vera del Pilcomayo. Fueron estos habitantes los primeros en sufrir las consecuencias de la intempestiva crecida del río.

El secretario salteño contó que "muchos caminos se cortaron por el agua y quedaron aislados, por lo que habrá que seguir la evacuación por aire, priorizando a los niños y las embarazadas".

La preocupación crece en Salta porque también aumentó su caudal el río Bermejo. "Viene en crecida. Ya estamos trabajando en algunos municipios como Embarcación, Rivadavia Banda Norte y Banda Sur", dijo el funcionario que integra un comité de emergencia.

Este fin de semana, el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, y la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, recorrieron los parajes afectados por la creciente del Pilcomayo.

Efectivos del Escuadrón 54 de Gendarmería Nacional colaboran con el traslado de los damnificados desde sus comunidades hacia el acceso de Santa Victoria Este, donde se encuentran los transporte destinados a los centros de evacuación en Aguaray y Tartagal.

"Recen por nosotros"

Eso pidió Jorge Chaile, director del instituto terciario de Santa Victoria Este, en diálogo con LA NACION. "El agua está muy cerca de entrar. No sabemos cuánto van a durar las defensas", contó. Apenas el río se llevó parte de la ruta 54, el pueblo quedó aislado. Hasta que se restablezca el acceso, solo se puede prestar asistencia por aire o con embarcaciones.

"No tenemos luz. Por suerte hay un motor que permite cargar energía, pero estamos preocupados. Es un lugar muy pobre", dijo el docente, preocupado.

A primera hora de ayer fueron evacuadas 350 personas más que se encontraban aisladas en los parajes de Monte Carmelo, Santa María y La Curvita.