Los agitados días del conflicto por la 125 generaron lazos entre quienes querían hacerse oír ante lo que consideraban una injusticia. La protesta en las rutas, asados y guardias mediante, fueron creando una afinidad hasta entonces desconocida. Algunas de esas relaciones todavía perduran. Sin embargo, unas pocas tuvieron un desarrollo institucional. No fue fácil pasar de la protesta a la propuesta.

Uno de los casos donde se produjo esa transformación fue Río Cuarto, en la provincia de Córdoba. Allí, unos 60 productores con campos en la zona, San Luis y la provincia de Buenos Aires crearon hace unos años la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo Argentino (FADA), con el propósito de generar una suerte de "usina de pensamiento" que realizara estudios e informes que sirvieran para la elaboración de leyes agropecuarias. La semana pasada FADA organizó en Río Cuarto su segundo congreso bianual, Imagina, con el propósito de ir un paso más allá de lo sectorial y vincularse con la comunidad. "No es que no nos preocupe el valor de la soja, las rotaciones o el precio de los cereales, queremos desarrollar las cadenas de producción porque sabemos que eso genera puestos de trabajo genuinos", dice Germán Di Bella, productor y presidente de FADA. "Un desarrollo de la comunidad agropecuaria que no vaya acompañado de la comunidad educativa, urbana de seguridad, de la política y de la economía, no sirve", añade.

El entorno productivo de esa región del sur de Córdoba presenta las condiciones ideales para lograr la tan mentada transformación de las proteínas vegetales en proteíneas animales y energías renovables. "Córdoba tiene una enorme ventaja: está lejos de los puertos", dice Di Bella. "Se me dirá vos estás loco, pera esa es nuestra ventaja, a 400/500 kilómetros de los puertos tenemos que transformar los granos. Nosotros no deberíamos sacar un grano más de soja o maíz a los puertos, Córdoba lo debería prohibir", exagera.

La región exhibe algunos desarrollos que pueden servir de ejemplo para el modelo transformador de granos. BIO4, que produce etanol, Bioeléctrica, que genera energía eléctrica a partir del biogás, Avex, en producción de pollos, firmas de alimentos balanceados para mascotas como Vasquetto y Compañía Argentina de Alimentos, entre otras. Muy cerca, al sur, en zona de Moldes, hay feedlots grandes y, al noreste, en la zona de General Deheza y General Cabrera, en el noreste, están AGD y el cluster manicero.

Según el economista de FADA, David Miazzo, el flete Río Cuarto-Rosario se lleva el 26% del valor de la carga "por lo que darle valor agregado de manera local ya te da un margen". Al mismo tiempo, señala que en la región la "oferta de maíz es constante", por la necesidad de respetar las rotaciones para el cuidado de los suelos.

Respecto de los limitantes que tienen en la zona para encarar la iniciativas de industrialización, Miazzo apunta a la "disponibilidad de energía eléctrica y gas". Como cuestión cultural, el especialista añade que todavía falta una mayor dosis de asociativismo. "A los productores y empresarios locales les cuesta mucho juntarse para hacer algo de escala", señala.

Los números que exhibe Córdoba con el maíz reflejan un potencial para industrializar el cultivo. Según un informe de FADA, de los 11,6 millones de toneladas que se produjeron en 2015, el 50% tuvo como destino la exportación, mientras que el resto se dirigió al consumo interno (20%) y otros usos (30%). De las 2,3 millones de toneladas que se destinaron al procesamiento local, un 11% fue para la ganadería, un 6% para etanol y el 3% para la molienda húmeda y seca.

"Cada 100 hectáreas de maíz se producen ocho puestos de trabajo. Me encantaría que alrededor de BIO4 se formara un holding de empresas de transformación, que incluyan los plásticos", se entusiasma Di Bella. Según un trabajo de FADA, por cada millón de toneladas de producción adicional de maíz con agregado de valor se generan 24.000 puestos de trabajo.

Sustentabilidad

Entre la variedad de temas que trató que el congreso FADA, en el capítulo agropecuario se destacó el de la sustentabilidad. En un panel en el que participaron, entre entros, el senador Alfredo de Angeli (Unión Pro-Entre Ríos), los diputados Myriam Juárez (FE-Catamarca) y Gilberto Alegre (Frente Renovador-Buenos Aires), el secretario de Agricultura de Córdoba, Sergio Busso, explicó el programa de incentivo a las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) que comenzó a instrumentar la provincia este año.

De carácter voluntario, quienes demuestren que apliquen las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) -rotaciones, fertilización, cuidado en las aplicaciones y asociativismo, entre otros criterios- tendrán un incentivo anual promedio de 120.000 pesos para campos de hasta 500 hectáreas. En total, Córdoba dispone de un presupuesto de 70 millones de pesos anuales para incentivar las BPA. "Nuestro objetivo es alcanzar la sustentabilidad", explicó Busso. La semana pasada se formalizó el consejo consultivo que auditará el programa y según estimó el secretario de Agricultura, en noviembre próximo comenzarán a entregarse los primeros pagos.

Además la provincia lanzó un plan forestal para que cada unidad productiva tenga como mínimo el 1% de su superficie implantada con árboles. En toda la provincia podrían forestarse 120.000 hectáreas nuevas. "El recurso puede tener un uso múltiple", dijo Busso a LA NACION, en referencia a que se incluirá aquellas plantaciones dedicadas a la producción forestal.

Como parte del capítulo agropecuario también participó en el congreso FADA el jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria, Guillermo Bernaudo, quien dijo que el Gobierno continuará promoviendo el uso de los biocombustibles como parte de su programa por incentivar las energías renovables.

Acortar brechas con la población urbana

Con videos motivadores, invitados del ámbito de la educación, la cultura, política, la salud y el sector social, el segundo congreso FADA, que llevó el lema "Imagina en acción", buscó acortar la brecha con la población urbana. "Queremos lograr el compromiso ciudadano", dijo Guillermo Lenti, presidente del Congreso.

En dos días pasaron unas 5000 personas por el predio de la Sociedad Rural de Río Cuarto. En Imagina participaron, entre otros, Guillermo Jaim Ectecheverry, ex rector de la UBA; Santiago Bilinkis, emprendedor y especialista en tecnologías de la educación; el actor Oscar Martínez, los médicos Alberto Cormillot y Daniel López Rossetti, y el conductor de radio y TV, Lalo Mir.

"La educación importa poco", se lamentó Jaim Etcheverry y reclamó "volver a jerarquizar lo que la escuela hace". El cierre estuvo a cargo del ex presidente de Uruguay José Mujica. "Quien quiera hacer plata que no se meta en política, que se dedique a los negocios", dijo en una de sus frases más aplaudidas. Allí Pepe Mujica mostró su mejor faceta: el de la austeridad, que contrasta con los elevados niveles de corrupción de varios de sus ex colegas. Durante el congreso, además, se transmitieron mensajes en pos de la integración social, la solidaridad y la sustentabilidad.