Como también hemos descripto en una columna anterior, las grandes empresas están avanzando fuertemente a través de sus brazos de capital de riesgo en busca de innovación y oportunidades en esta economía del conocimiento. También están estableciendo programas de mentoreo y apoyo a iniciativas de incentivo a la generación de este ecosistema.

Este panorama no puede ser ignorado por los emprendedores del agro de nuestro país, quienes cuentan con las condiciones materiales necesarias para explotar su talento de la mejor manera en este sector.

Si bien se pudo ver una mayor actividad por parte de los emprendedores del agro argentino a lo largo de este año, se espera que en 2017 ocurra la irrupción definitiva de este sector como un actor primordial para el ecosistema emprendedor del país.

En 2016 la Argentina contó con grandes iniciativas en esta área:

Más de 50 eventos oficiales coordinados por la Subsecretaría de Emprendedores de La Nación durante la Global Entrepreneurship Week.

Viajes a Silicon Valley organizados por Globaltecnos.

Programas de pre aceleración para proyectos Agtech por NXTP labs,

Viajes al Ag Innovation Showcase organizado por el Gobierno de la Ciudad,

Start Me Up AgroTech de la Fundación Uvitec en Córdoba,

El Congreso CREA con el CREA Lab,

El Seminario de Actualización AgroManagement y otras tantas actividades.

¿Qué se necesita para que haya cada vez más emprendedores?

Lo más importante es que el ecosistema emprendedor pueda darles las herramientas y recursos para poder llevar adelante sus ideas. Es decir, que haya mayor cantidad de fondos dispuestos a invertir en capital emprendedor, más universidades trabajando en las competencias emprendedoras, más incubadoras y aceleradoras que puedan invertir sus recursos y capacidades en este vertical.

Por su parte, las instituciones de productores y empresarios deben fomentar y expandir esta agenda de innovación tecnológica entre sus miembros, que son quienes finalmente van comprar los proyectos de los emprendedores.

No hay que olvidar el rol de una mayor articulación público-privada (INTA, Ministerio de Agroindustria, Senasa, Subsecretaria de Emprendedores, etcétera) y la necesidad de una mayor cantidad de espacios de colaboración e intercambio entre emprendedores, mentores e inversores.

Ahora, ¿qué están esperando los inversores para fortalecer el ecosistema argentino?

Probablemente, un marco institucional que favorezca este tipo de inversiones y, sobre todo, un dealflow (cantidad de ofertas de inversión en conjunto) de proyectos más grande. Entiendo que todo esto crecerá lentamente, aunque la ley de emprendedores, sin dudas, estimularía aún más este crecimiento.

Perspectivas 2017

El panorama para los emprendedores en general para 2017 promete ser mucho más amable que el que se encontraron en años anteriores.

Se espera mucho de programas como AgroEmprende, impulsado desde el Ministerio de Agroindustria, de los clubes emprendedores en ciudades del interior con foco en agro del Ministerio de Producción, de Expoagro, que en marzo tendrá una agenda enfocada en los emprendedores con su espacio Joven y el Congreso Aapresid, que será otro gran punto de encuentro para los emprendedores en agosto.

Hay grandes iniciativas que verán la luz este año nuevo, como es el caso se AgroStartup, una incubadora con foco en potenciar emprendimientos agroindustriales a través de un completo programa de mentoreo y capacitaciones que fomenten los aspectos comerciales, comunicacionales y de gestión necesario para que estos emprendimientos se conviertan en empresas de referencia para el sector.

Todo esto sumado a especializaciones académicas tendientes a fomentar las tecnologías disruptivas y las capacidades emprendedoras en el agro harán del 2017 un gran año para emprender en el agro.

Esperemos que quienes se animaron a ser parte durante 2016 mantengan su apuesta de seguir colaborando con el sector con nuevas iniciativas. Así estaremos más cerca de tener emprendimientos de tecnología exitosos que incentiven a los inversores y a quienes ya emprendieron a seguir intentando y aprendiendo del error y sobre todo, a animar a muchos otros a que empiecen a hacerlo.

¿Seremos capaces de lograr que Argentina sea el referente en innovación tecnológica a nivel mundial? La respuesta la veremos en 2017.