En mayo, por segundo mes consecutivo en el año, cayó el estimador mensual de la actividad económica que releva el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Esta vez, la caída fue del 5,8% respecto al mismo mes de 2017, debido al fuerte impacto de la sequía en el sector agropecuario. Aunque también pesó en buena medida, la caída de la industria y la devaluación.

El indicador oficial de la actividad económica, en su versión desestacionalizada, se contrajo 1,4% respecto de abril de este año. En tanto, el acumulado del año respecto al mismo lapso del año anterior, registró una suba del 0,6%.

Al igual que en abril, el retroceso respondió en buena medida a "un shock exógeno", según la consultora Ecolatina: el impacto de la sequía en la producción agropecuaria. "Sin embargo, la fuerte contracción de mayo también obedeció a la merma de sectores claves como la producción industrial, que cayó 1,3% interanual (tras doce meses consecutivos de expansión); el sector transporte y comunicaciones, que se contrajo 4,9% anual y el suministro de electricidad, gas y agua que bajó 1,4%".


Según los números del Indec, la agricultura, ganadería, caza y silvicultura, fue la rama de actividad económica que más incidió en la contracción anual del emae en mayo. Este sector, que tiene una alta incidencia en la conformación del índice (5,76%), mostró una caída del 35,%.

Las otras ramas que contribuyeron a la caída del indicador fueron “impuestos netos de subsidios” y “transporte y comunicaciones” (-4,9%).

En contraposición, otros sectores tuvieron una incidencia positiva. En este sentido, fue muy notoria la suba de la “intermediación financiera” (10,8% interanual), de las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y de la Construcción.

Según Melisa Sala, de LCG, la caída de la economía, en mayo, "resulta mucho mayor a la esperada. Y coincide en que "además del factor sequía ya comienza a reflejarse el efecto inicialmente contractivo de la devaluación".

Para LCG, a diferencia de las previsiones optimistas del Gobierno, la proyección para 2018 es de una caída (mínima) del 0,8% interanual. "La corrección del atraso cambiario, creemos que todavía parcial, tendrá beneficios sistémicos por la mayor robustez macroeconómica recién a mediano y largo plazo. Y, en el corto, la actividad económica indudablemente se resentirá", presagió.

En la misma línea, Ecolatina asegura que "el PBI no crecerá en 2018, ubicándose por debajo del rango de expansión de la actividad mencionado en la Carta de Intención con el FMI (0,4% a 1,4%)".

En cambio, para el Gobierno sólo se está atravesando una "mini recesión". Respecto de la caída económica de mayo, el secretario de Política Económica, Guido Sandleris, señaló este martes que "el agro lo explica todo, aunque, también se suma, la tormenta financiera: la devaluación de la moneda, la suba de tasas y de riesgo país". El tercer factor, según el funcionario, es la huelga de camiones en Brasil que hizo caer 3% a la economía brasileña. "Hay incertidumbre política y económica y eso impacta de lleno en la Argentina".

"Nosotros esperábamos un segundo trimestre flojo en términos de actividad. No es ninguna sorpresa ver estos números. Por la sequía sabíamos que iba a ser flojo, es una tormenta perfecta", insistió Sandleris con la metáfora presidencial.

"Más allá del dato puntual de mayo que es muy malo, según Pablo Goldin, de Macroview, advierte que "esta recesión que empieza en este trimestre puede ser mas fuerte que las anteriores, (las del 2014 y 2016) "Si bien, estas recesiones tuvieron un mismo origen respecto de la situación actual (la devaluación, la suba de la tasa de interés, el freno del crédito, etc), esta vez se suma el efecto de la sequía, que fue muy fuerte. Con lo cual, "podríamos tener datos interanuales negativos tal vez hasta el verano", consideró.

Un reciente informe del Banco Francés (BBVA Research), señaló que, hasta ahora, "se ha logrado evitar un ajuste desordenado en el nivel de actividad, pero en los próximos meses, se verá un deterioro en la economía y el empleo, junto con una aceleración de la inflación que podría repercutir sobre la conflictividad social".