El mejor ejemplo lo pueden dar dos cultivos que en los últimos años habían desaparecido del radar de los productores y que hoy están comenzando a incluirse nuevamente en el portfolio.

El girasol ya había comenzado en la campaña pasada a recuperar superficie con un aumento del 40%, llegando a 1,7 millones de hectáreas y una producción de 3,3 millones de toneladas, versus 1,2 y 2,5 millones del ciclo 2015/2016, respectivamente. Pero el algodón, símbolo del NOA durante décadas, había comenzado a desaparecer hasta llegar en la campaña 2017 a la menor área sembrada de la última década, con 280.000 hectáreas, y desapareciendo del radar de los informes del USDA.

Se calcula que este año la industria tendría que importar fibra debido a la importante caída del área sembrada. Para la campaña 2017/18 se está proyectando una superficie de siembra de 450.000 hectáreas, volviendo a recuperar la superficie perdida. Para tener una dimensión regional, en Brasil la siembra del textil se prevé en 1.000.000 de hectáreas. La diferencia radica en que los cariocas tienen un mercado interno muy grande. No obstante ello, Brasil es el cuarto exportador mundial, y en el caso de la Argentina, podremos volver a ser uno de los principales exportadores y a aspirar a implantar 1 millón de hectáreas de aquí a los próximos 5 años.

La posibilidad que el precio de la soja quiebre nuevos mínimos en el próximo quinquenio deja abierta la puerta para que los productores del NOA puedan aumentar cada vez más la superficie de algodón, de la misma forma que la del girasol.

Hay un fuerte impulso oficial para que el cultivo vuelva a ocupar un lugar de relevancia en el contexto del norte argentino. La informalidad en la cadena algodonera ha sido un factor clave en la perdida de competitividad. Las nuevas resoluciones buscan generar un ordenamiento en la comercialización de semillas que estimule a las empresas de germoplasma y biotecnología para que lancen nuevas variedades, como ocurre en Brasil, donde los rendimientos alcanzan promedios muy superiores, producto de una mayor oferta en semillas y en tecnología.