Tal como se viene anunciando desde el año pasado, tras la quita de las retenciones (disminución en el caso de la soja) y la modificación del tipo de cambio, la campaña agrícola 2016-2017 cerrará con niveles de producción históricos. Principalmente, estará impulsada por las mayores cosechas de maíz y trigo, pero, al mismo tiempo, la campaña cerrará con una particularidad: su valor final en términos de ingreso de divisas resultará el segundo más bajo de las últimas siete campañas agrícolas (tomando desde la campaña 2010-2011).

Puntualmente, la producción de granos terminará este ciclo con un valor bruto de u$s 35.389 millones, lo que significará un 1,6% menos que el ciclo 2015-2016, cuando la producción alcanzó un valor de u$s 35.977 millones, según surge de un informe económico elaborado por el Instituto Argentina de Análisis Fiscal (IARAF).

Comparando contra las últimas campañas, sólo se proyectaría superior a la 2014-2015, cuando tuvo un valor de u$s 34.880 millones, y quedará bastante alejada de la campaña 2010-2011, cuando se logró el récord de u$s 42.758 millones (-17%).

Claro que el contexto internacional no es el mismo que en aquellos años. Tomando los precios FOB oficiales en puertos argentinos, el 2017 se caracterizó por convivir con precios a la baja en los principales granos, tendencia que se viene consolidando en los últimos ciclos. "Al comparar los promedios de los precios FOB en puertos argentinos, para los meses de mayor comercialización de este año respecto de 2016, se observan caídas interanuales que van desde un 7,1% para el trigo hasta un 9,6% para el maíz", destacó el informe de IARAF.

En el caso de la soja, este valor se deprimió un 8,6%, hasta un promedio de u$s 361 por tonelada (valor que en octubre de 2012, por ejemplo, llegó a alcanzar más de u$s 600).

La baja de los precios, sin embargo, terminará compensando la balanza con la suba en la producción. Los datos correspondiente al mes de junio, según el Ministerio de Agroindustria, marcan que se superarían las 133,75 millones de toneladas producidas entre los siete principales cultivos del país. Este valor implica unas 12 millones de toneladas más que en la campaña anterior (+9,8%). Sin embargo, se evidencia que al caer la producción de soja de un año a otro (de 58,8 millones de toneladas a 57 millones para la actual campaña), se restringió el aporte al valor bruto de la producción más relevante. En este caso, este grano aportó un valor superior a los u$s 20.577 millones, una caída del 11,4% respecto a la campaña pasada.

Tal como lo reflejó el último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, que calificó como "notable" el impacto de la caída de precios de los últimos tres años y desde la crisis financiera mundial del 2008. "Si durante 2016 nuestro país hubiera tenido los altos precios que regían en 2008, el complejo de soja de la Argentina podría haber representado ingresos cercanos a u$s 27.200 millones en 2016; esto es, unos u$s 8700 millones más que lo ingresado efectivamente el año pasado".