Desde el 27 de enero pasado, China viene festejando el Año Nuevo cuya celebración culminará el próximo 22 de febrero. Como éste es el año del Gallo, la tradición expresa que traerá cambios y será próspero.


La mayor parte de la población tuvo siete días de vacaciones, desde el 27 de enero (Noche Buena) hasta 2 de febrero.

Eso explica el escaso movimiento comercial durante tal período. Pero ya promediando el mes, la demanda china emerge en el horizonte con fuerza vital.

Por eso, los precios empezaron a recorrer un camino ascendente aunque, debe reconocerse, que el informe de la semana pasada del USDA, no contribuyó a la mejora.

Se estima que, durante el ciclo 2016/17, las importaciones de China llegarán a una cifra récord de más de 85 millones de toneladas.

El aumento resulta del extraordinario crecimiento de la industria de oleaginosas que sostiene la producción cárnica, fundamentada en la actividad porcina y aviar, mediante el aporte de proteínas.

Ahora bien… ¿cuál es el país que hoy por hoy está en condiciones de ofertar volúmenes de gran dimensión? Sin lugar a dudas, Brasil cuyas cosechadoras avanzan a paso acelerado.

El volumen a cosechar en este país sería inédito. Se trata de cerca de 106 millones de toneladas (más o menos el doble de lo que produce nuestro país). Y es un 10% superior al del año pasado.

Seguramente, sea buena oportunidad para operar en futuros… Vale aprovechar el buen momento del mercado.

En tanto, en nuestro país, el panorama ha mejorado mucho.

La expectativa de rinde, para la zona núcleo, se acerca a 38/40 QQ por hectárea. Tal rinde se explica por la extraordinaria productividad de los lotes que no fueron afectados por el exceso de lluvias.

Además, el cuadro de plagas, de enfermedades y de infecciones fúngicas es hoy mucho más alentador, por los días de sol que beneficiaron a los cultivos. Gran parte de los temores quedó atrás.

Vale intentar vislumbrar la situación futura de la demanda internacional. Nos preguntamos cómo estará el mercado a la hora de la trilla en la Argentina.

Además de China… ¿qué otro elemento puede afectar favorablemente el precio de la soja?

En el terreno de las especulaciones… ¿podríamos contemplar un escenario donde la política proteccionista de Donal Trump contribuya a mejorar las exportaciones de América del Sur? No parece improbable. Todo lo contrario.

No es para nada descabellado prever fuertes represalias de México, con un nacionalismo en ascenso.

El presidente Trump, en clara posición populista, “moja la oreja de su vecino país” La actitud frente al NAFTA, la retórica xenófoba y la política inmigratoria ensañada con los ciudadanos mexicanos actuaría como soporte para ello.

En tal caso, el presidente Peña Nieto tendría el aval político para modificar el cuadro de abastecimiento. Así, México abandonaría EE.UU. para dirigirse a nuestra región.

Algo similar podría suceder con China como importadora de soja. Y en caso de completarse la salida de EE.UU. de la Asociación Transpacífica, otros países podrían imitar a China.

Vale entonces recordar aquello de “no hay mal que, al final, por bien no venga”