La campaña 2016/17 comenzó hace varios meses en el hemisferio norte para dar un nuevo rumbo a los precios a partir de la definición de los componentes de oferta y demanda de cada producto.

En nuestro país el camino comenzó a ser recorrido por los granos finos pero ahora que estos están a punto de ser cosechados la atención está en los granos gruesos.

La actividad comenzó en los campos pero desde hace algunos meses en las oficinas frente a las planillas de cálculo para proyectar escenarios y tomar decisiones respecto del cultivo a sembrar o de dejar de hacerlo.

Desde los primeros días de análisis algunas cosas cambiaron para realizar ajustes en las decisiones inicialmente proyectadas. Los precios futuros de los productos fue una de ellas, así como el costo de los insumos de alguno de ellos.

En el gráfico a continuación se muestra la evolución de los precios futuros del maíz y la soja desde el momento en el cual la mayoría de los productores agropecuarios comenzaron a realizar sus números para la próxima campaña.

Evolución de precios 2016/17 de Soja y Maíz


Fuente: Elaboración propia sobre la base de Matba.

Además se agrega la relación entre ambos productos, clave para la toma de decisiones en cuanto a la realización de estrategias de coberturas y comerciales para el futuro.

Del gráfico se desprende que la relación de los precios fue cambiando para que los productores actuaran. Sin embargo, esta continuara modificándose durante los siguientes meses con las decisiones ya tomadas y los cultivos implantados desarrollándose en los campos.

Cuando comenzó el periodo de toma de decisiones estaba más claro la ventaja que mostraba el maíz sobre la soja (0,63 vs. 0,57 actual) siendo el primero el beneficiado por las decisiones del productor de sembrar más cereal.

Con los precios que se enfrentaba el productor hoy se decidió a sembrar casi un 30% más de maíz en el ciclo 2016/17 según datos privados (los últimos datos oficiales mencionan un incremento del 5,5% respecto del ciclo precedente).

Ante un aumento en el área de cobertura, los precios futuros se ven presionados frente al contexto inicial que se observaba en el mercado.

Igualmente las referencias de dichos valores también tienen que proyectarse en el futuro cuando los granos estén disponibles.

El maíz enfrentara un mercado local con más oferta, de ser adecuadamente acompañado por el clima, y un contexto externo de disponibilidad mundial por la cosecha record de EE.UU. en el 2016 y producción global proyectada record en el 2016/17 con existencias en aumento que presionan los precios.

Con perspectivas bajistas en el futuro por datos fundamentales de mayor oferta que demanda, el productor que sembró el maíz debería cubrir parte de su producción futura con herramientas comerciales que reduzcan el riesgo precio al cual está sujeto desde el momento que siembra hasta su venta.

Muchos productores de maíz realizaron ventas anticipadas para cubrir parte de su exposición al movimiento futuro de los precios.

Al 12/10 estaban comercializadas anticipadamente 4 mill. de t. de maíz con destino a la exportación frente a las 365 mil toneladas del año pasado a la misma fecha. Del total el 67,4% está cerrado con precio firme y el resto sin precio.

La evolución de la comercialización anticipada del maíz 2016/17 representada en el gráfico muestra un mayor ritmo respecto de otros años a la misma época, llegando a obtener precios desde los usd 175 hasta los usd 150 actuales.

Maíz: Evolución compras exportación


Fuente: Elaboración propia sobre la base de Minagro.

Estos valores superaron los usd 130 del año pasado a la misma época pero debajo de los usd 190 que obtuvo este año el productor cuando vendió el cereal que cosecho de forma temprana ya que los cultivos tardíos o de segunda obtuvieron valores más bajos.

El recuerdo de lo sucedido con los precios en el pasado muchas veces hace esperar para realizar negocios, asumiendo una mayor exposición al riesgo precio ante variaciones de los precios.

En el futuro, sin cambios en los factores fundamentales actuales, se proyectan valores más bajos.

Dicho contexto difiere del mercado de soja, donde a pesar del aumento que se proyecta en la oferta, la demanda muestra mayor crecimiento aun cuando Estados Unidos obtiene una producción record.

A los datos estadounidenses se le tienen que sumar las perspectivas sudamericanas, con la producción del segundo y tercer productor y exportador mundial de la oleaginosa que mueve el tablero del contexto global.

Sudamérica clave para la soja

En el mercado mundial de soja es determinante lo que sucede con la oferta en Sudamérica.

Se puede observar como el conjunto de países del hemisferio sur de América en los últimos años supero en producción a EE.UU., con una participación que fue disminuyendo en el mercado para volcar la atención al sur.

Soja en Sudamérica


Fuente: Elaboración propia sobre la base de USDA.

Brasil comenzó el ciclo 2016/17 con perspectivas favorables en cuanto al incremento en el área de siembra con la oleaginosa que proyecta una cosecha superior a las 100 mill. de t.

En Argentina, sin embargo, la siembra de soja se proyecta con una caída del 2% al 5%, dato que se terminara de conocer a fin de año con la cobertura de la oleaginosa de segunda y en relación al comportamiento de los precios futuros.

En el mercado local también se observa una baja de los precios de la nueva cosecha desde los inicialmente alcanzados hace unos meses según el grafico anterior, aunque en un nivel inferior al del maíz.

La soja se enfrenta a proyecciones más bajas de producción 2016/17 que podrían ser un elemento de sostén de los valores futuros.

Además el mercado se encuentra con un menor nivel de ventas anticipadas a cosecha por parte del productor que recuerda haber obtenido casi usd 300 frente a las perspectivas iniciales cercanas a los usd 220 y con los precios actuales de usd 255 para mayo 2017.

El productor obtuvo este año precios más altos con un alto costo que tuvieron algunos por perdidas productivas o de calidad ante el clima desfavorable que acompañó las últimas etapas de los cultivos.

Este año la siembra de la cosecha gruesa comenzó con mucha humedad en los campos para retrasar la actividad, pero por delante se proyecta un fenómeno Niña cada día más débil.

Vuelve a ser el clima el que determinara la suerte de los cultivos argentinos comenzando por la siembra de la gruesa y finalizando con la cosecha.

Como consecuencia de lo mencionado, el productor contara con incertidumbre en la producción y en los precios. Para reducir los riesgos es necesario conocer los mercados y operar en ellos.

Fuente: Globaltecnos