Entre enero y agosto pasados, el país exportó 7,3 millones de toneladas del cereal. De ese volumen, Brasil, como principal comprador individual, adquirió el 41,31% (3,018 millones de toneladas) mientras que los destinos conocidos como "extra Brasil" se llevaron el 58,69% restante.

En 2015, los porcentajes habían sido distintos: un 85,56% había ido a Brasil y un 14,44% "extra Brasil".

Brasil es un mercado que busca mercadería de calidad. Este año, la Argentina no tuvo suficiente calidad en su trigo. De hecho, hubo molinos que realizaron una importación mínima desde Uruguay para probar ante la eventualidad de tener que conseguir más cereal de calidad para mezclar con el producto local. Al final, la importación desde Uruguay, la primera que la Argentina hizo desde 1973, quedó reducida a pocos camiones.

De todos modos, para ubicar en el exterior su cereal que no tenía buena calidad la Argentina tuvo que recurrir a mercados muy alejados y competir por precio. Al respecto, de todo el cereal exportado, hasta agosto pasado el 47,3% fue al sudeste de Asia, según un reporte de Zeni sobre la base de datos oficiales. Entre otros mercados, Indonesia compró 1,3 millones de toneladas, Tailandia 751.667 toneladas, Vietnam 545.317 toneladas y la República de Corea 488.584 toneladas.