La inestabilidad que se manifestó en forma de lluvias ligeras sobre el final del fin de semana en corredores de la zona central del país, alcanzó áreas del oeste entrerriano, anticipando una actividad que llegaría de manera más intensa cambiando del martes para el miércoles. En efecto un intenso frente que avanzó desde el oeste dejando un epicentro de lluvias que superaron los 50 milímetros en gran parte del centro sur de SF, noroeste y centro oeste de BA, como así también LP, terminó ingresando sobre el oeste entrerriano, debilitándose progresivamente al moverse hacia el este. Teniendo en cuenta la época, la provincia de CB no tuvo un mal evento en el inicio del semestre cálido.

La queja más fundada se la llevan los productores del este entrerriano y bonaerense. La oferta de agua fue satisfactoria en los departamentos entrerrianos de Paraná, Diamante y Victoria, predominando marcas entre 20 y 40 milímetros, que en áreas reducidas lograron llegar hasta 50 milímetros. Como se aprecia en el mapa, la oferta de agua decae bruscamente al transitar la provincia hacia el este.

La nubosidad que avanzaba desde el oeste con un interesante potencial pluvial, encontró en un sistema de alta presión, un inhibidor natural al progresar hacia el este. Si bien las coberturas nubosas se mantuvieron, las mismas fueron afectadas de manera significativa en su desarrollo vertical. En consecuencia, la oferta de agua se vio reducida a unos pocos milímetros, en muchos casos a lloviznas que apenas dejaron registros.

Es posible que durante la jornada de mañana se concreten algunas precipitaciones menores sobre el sudeste de la provincia de ER y el este de BA, ningún aporte de importancia. El patrón de lluvias ha mejorado, ahora hace falta tener algo de paciencia sobre el este.

Las precipitaciones recibidas en los departamentos del centro oeste y sudoeste entrerriano y los de la zona núcleo triguera tributaria de Rosario, son más que oportunas. La evolución de los cultivos de invierno requería sin más demoras esta recomposición. Recordemos que sobre el este, la primera parte de septiembre había sido más generosa y que el mes pasado cerró mejor provisto en ese sector. Por lo tanto a la hora de dar prioridades en la distribución de agua, posiblemente debamos hacer una lectura satisfactoria de este último evento.

Queda claro que desde el punto de vista del balance hídrico lo ideal hubiese sido que el sistema precipitante no hubiese cortado en forma tan abrupta lo oferta de agua al desplazarse al este.

Las lluvias recientes sobre la franja mediterránea y gran parte de la zona núcleo, provocaron un doble beneficio, auxiliando la floración del trigo y mejorando la condición de los suelos para el avance de las siembras.

La aparición de sistemas precipitantes sobre el oeste que avanzan con su cobertura pluvial hacia el este es una buena señal. El posicionamiento de la zona de alta presión sobre Uruguay que afectó la oferta de agua en el este es circunstancial y seguramente no se volverá un problema recurrente de la misma manera en próximos eventos pluviales. Puede entenderse la ansiedad del productor que no ha recibido las lluvias necesarias, pero enfatizamos que el patrón pluvial cambio para bien.