La agroindustria es un sector clave para nuestra economía ya que representa el 60% de las exportaciones y la Argentina tiene un posicionamiento global muy fuerte en varias categorías clave: en aceite y harina de soja somos el primer exportador, y en maíz, el tercero. Este liderazgo se sustenta en un alto desarrollo tecnológico y de recursos humanos. A nivel tecnológico, la adopción de distintas tecnologías ha crecido significativamente. Por ejemplo, alrededor del 80% de la tierra cultivada en nuestro país hoy está bajo el sistema de siembra directa. A nivel de profesionalismo, más de la mitad de los productores tienen formación universitaria y son menores de 45 años, a diferencia de lo que sucede en otros países líderes.

Sin embargo, la falta de una política integral para potenciar el sector en los últimos años, junto con algunas medidas específicas -como las retenciones y restricciones a las exportaciones, la imposibilidad de repatriar dividendos y el tipo de cambio atrasado- erosionaron fuertemente nuestra competitividad. Esto llevó a que la Argentina creciera menos que otros países de la región con competitividad similar o incluso menor. La Argentina multiplicó sus exportaciones de proteína animal por dos en los últimos 30 años, mientras que Uruguay las multiplicó por tres y Brasil por ocho. En agricultura, las exportaciones de la Argentina se multiplicaron por tres, mientras Brasil lo hizo por 8 y Paraguay por 13.

La buena noticia es que la competitividad intrínseca de la Argentina nos sigue ubicando en una posición muy destacada a nivel regional y global. Algunos de los principales cuellos de botella que frenaban el desarrollo ya han sido removidos: se eliminaron las restricciones y retenciones a la exportación para todas las categorías salvo la soja - para la cual se espera una reducción gradual-, y se levantó la imposibilidad de repatriación de dividendos. Este nuevo contexto mejoró nuestra posición de costos en las categorías clave y actualmente somos tan o más competitivos que los jugadores líderes como Brasil o Estados Unidos.

Los análisis de Bain & Company en conjunto con expertos de agroindustria, muestran que en trigo, el costo de producción de la Argentina es 45% menor al de Iowa (Estados Unidos) y más del 50% menor al de Brasil, que es el país receptor de la mayoría de las importaciones de trigo provenientes de la Argentina. En soja, aún con el 30% de retenciones a las exportaciones vigentes, el costo de exportación a China de la Argentina es 10% menor al de Matto Grosso (Brasil) y 20% superior al de Iowa (Estados Unidos). En un escenario sin retenciones, la Argentina tendría una posición competitiva aún más sólida en soja: 52% del costo de exportación a China de Matto Grosso y 70% del costo de Iowa (Estados Unidos). En productos de mayor valor agregado como la proteína animal, la Argentina también es muy competitiva: el costo de exportación a Hong Kong de pollo es sólo 5% mayor a Brasil y 2% menor a Estados Unidos, y en carnes, sólo 4% mayor a Brasil y 30% menor a Estados Unidos, con calidades significativamente superiores (la cuota Hilton de Argentina es tres veces la de Brasil).

En un escenario de pleno potencial para la Argentina, nuestra estimación en Bain & Company es que la producción agrícola podría aumentar hasta en un 40% y la de proteína animal en un 50% hacia 2025. Mejorar marginalmente la posición global en soja, sostener el crecimiento en maíz hasta capturar el 20% de las exportaciones globales, volver a ser un jugador relevante en trigo con share de exportaciones de 8,5%, recuperar el share del 10% en las exportaciones de carne vacuna y continuar creciendo en la exportación de pollo serán las palancas críticas de mayor relevancia para alcanzar este potencial. Crecer entre 40% y 50% puede parecer ambicioso, pero es un escenario factible considerando aumentos de 18% en área cultivada y mejoras en rindes esperables desde un punto de vista técnico, para los próximos 10 años. Este crecimiento podría aumentar el valor bruto de producción en US$30.000 millones y llevar las exportaciones del sector a US$ 50.000 millones anuales.

Para conocer los desafíos y oportunidades que plantea la agroindustria y otros sectores en la Argentina, entre el 12 y 15 de septiembre próximo se realizará en Buenos Aires el Foro de Inversión y Negocios de Argentina, organizado por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, en el que participarán más de 1500 empresarios, inversores y líderes de negocios nacionales e internacionales.

El autor es socio de Bain & Company