Los operadores parecen ya haberle soltado la mano al maíz en la Bolsa de Chicago, luego de que buena parte de los cultivos atravesó sin inconvenientes la etapa clave de definición de rindes, en una campaña en la que la superficie sembrada con el cereal creció casi un 7% en los Estados Unidos, al pasar de 35,64 a 38,13 millones de hectáreas, y donde las estimaciones privadas ubican el rango de la producción potencial entre 370 y 385 millones de toneladas, lejos de los 345,49 millones del ciclo anterior.

Ayer, las pizarras de Chicago mostraron bajas de US$ 1,68 y de 1,57 sobre las posiciones septiembre y diciembre del maíz, cuyos ajustes resultaron de 126,27 y de 130,31 dólares por tonelada. Así, el valor del grano grueso se mantiene en el peor nivel en dos años, en medio de un rally bajista sustentado en las buenas condiciones climáticas registradas en el Medio Oeste de los Estados Unidos.

En su reporte semanal sobre las exportaciones estadounidenses, ayer el USDA relevó ventas de maíz 2015/2016 en 331.100 toneladas, por debajo de las 438.800 toneladas del segmento anterior y cerca del mínimo previsto por el mercado, en un rango que fue de 300.000 a 500.000 toneladas. Acerca del nuevo ciclo comercial, el organismo confirmó negocios por 896.300 toneladas, por encima de las 476.500 toneladas del informe precedente y del rango calculado por los operadores, entre 500.000 y 700.000 toneladas.

Si finalmente el volumen de la cosecha de EE.UU. resulta todo lo abundante que los operadores están imaginando por estos días, las cifras semanales del USDA sobre las exportaciones serán muy tenidas en cuenta por el mercado, dado que de ellas dependerá en gran medida el nivel de las existencias finales de la campaña 2016/2017.

En el mercado doméstico se advirtió ayer una menor presión de la demanda sobre la zona del Gran Rosario, donde el ingreso fluido de maíz les está posibilitando a los exportadores despachar los barcos comprometidos. Ayer, las ofertas de los compradores oscilaron de 2400 a 2450 pesos por tonelada, por debajo del rango vigente el miércoles, de 2500 a 2600 pesos.

En el Sur de Buenos Aires aún persisten las urgencias de los exportadores por conseguir el maíz seco necesario para completar los buques que llegan desde las terminales ubicadas sobre el Paraná. Por esto, al igual que ayer, para Bahía Blanca se ofrecieron $ 2800 por tonelada, mientras que para Necochea la propuesta osciló de 2450 a 2800 pesos, contra los 2450/2750 pesos de la rueda anterior.

El maíz nuevo se mantuvo estable, en US$ 150/145 para la zona del Gran Rosario; en US$ 150 para Bahía Blanca, y en US$ 143 para Necochea.

En el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), las posiciones septiembre y abril del maíz perdieron US$ 1,10 y 2, al cerrar con ajustes de 168,90 y de 149,50 dólares.

Soja, en calma

La soja cerró con pocos cambios ayer en la Bolsa de Chicago, en un marco de valores deprimidos por las buenas condiciones climáticas vigentes para los cultivos estadounidenses. La posición agosto se mantuvo estable, con un ajuste de 363,95 dólares, en tanto que el contrato noviembre sumó US$ 0,46 al cerrar con un precio de 351,55 dólares.

También fue calmo el ritmo de los negocios en la plaza local, donde las fábricas mantuvieron la oferta de 4000/4100 pesos por tonelada de soja disponible para la zona del Gran Rosario. Por mercadería de la próxima cosecha volvieron a proponer 255 dólares.

En el Matba, las posiciones noviembre y mayo de la soja perdieron US$ 0,50 y 1,50, en tanto que sus ajustes resultaron de 283,50 y de 256 dólares por tonelada.

Respecto del trigo, en las Bolsas de Chicago y de Kansas el contrato septiembre bajó US$ 2,57 y 2,39, al cerrar con ajustes de 148,17 y de 149,09 dólares, respectivamente.

El trigo argentino se cotizó a $ 2400 para Rosario, con un alza de $ 50, y a $ 2350 para Bahía Blanca, sin cambios. El cereal nuevo se negoció a US$ 155 para todas las terminales. En tanto que los molinos ofrecieron entre 2450 y 4550 pesos.