El precio del maíz sumó ayer la quinta rueda bajista consecutiva en la Bolsa de Chicago y completó la peor semana en tres años, con una pérdida acumulada del 12%, al pasar de 172,33 a 151,37 dólares por tonelada. Las lluvias registradas durante todo el segmento comercial sobre las zonas productoras de granos gruesos de los Estados Unidos y la fuerte apreciación del dólar frente al euro en la última jornada de negocios fueron los principales fundamentos bajistas para el cereal.

Al cierre de las operaciones, las pizarras del mercado estadounidense mostraron bajas de US$ 1,08 y de 1,38 sobre los contratos julio y septiembre del maíz, cuyos ajustes resultaron de 151,37 y de 153,14 dólares por tonelada. En el balance semanal, estas posiciones retrocedieron un 12,16 y un 12,14% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 172,33 y de 174,30 dólares.

Ayer se registraron lluvias sobre Missouri; el sur de Indiana y de Ohio; Kentucky, y sobre los Estados de la Costa Este. En tanto que los pronósticos para el fin de semana auguran precipitaciones sobre Iowa, Illinois; Indiana; Ohio, y sobre Kentucky.

Estas condiciones climáticas mantuvieron la presión sobre los precios y extendieron la ola de ventas iniciada el lunes por los grandes fondos de inversión especuladores, que le restaron al maíz toda la prima de riesgo climático sumada durante las seis semanas alcistas precedentes.

El clima favorable para el desarrollo inicial de los cultivos estadounidenses también afectó los precios de la soja, que ayer cerraron con importantes pérdidas en Chicago. Las posiciones julio y agosto retrocedieron US$ 7,90 y 8,08 al cerrar con ajustes de US$ 405,29 y de 404,74 dólares por tonelada. En el balance semanal, estos contratos resignaron un 4,87 y un 5,04% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 426,04 y de 426,23 dólares. Así, la oleaginosa completó el segundo segmento comercial adverso consecutivo.

Pero ayer el clima no fue el único factor bajista, dado que tras la votación que marcó la salida del Reino Unido de la Unión Europea se registró un cimbronazo que derivó en fuertes caídas para los principales indicadores bursátiles globales, con la consecuente necesidad de los inversores de cubrir esas pérdidas -en parte- con el retiro de ganancias en los mercados de materias primas y en la apreciación del dólar frente al euro (la paridad pasó de 1,1385 a 1,1106), un movimiento muy negativo para los granos, dado que los encarece para la demanda europea, además de restarle competitividad a los productos exportables de los Estados Unidos.

En cuanto al trigo, ayer la posición julio en Chicago sumó US$ 0,18 y cerró con un ajuste de US$ 167,09, mientras que en Kansas, el mismo contrato perdió US$ 1,83 al cerrar con un valor de US$ 155,34. El balance de la semana fue negativo en ambas Bolsas, con bajas del 5,51 y del 8,25% respecto del precio vigente el viernes anterior, de 176,83 y de 169,30 dólares, respectivamente. El avance de la cosecha de las variedades de invierno (aportan cerca del 71% de la oferta total del cereal en EE.UU.) fue el principal fundamento adverso para las cotizaciones.

Mercado local

En el nivel local el impacto de las bajas externas casi no se reflejó en la plaza física, dadas las necesidades de los compradores. En efecto, por maíz disponible y con entregas en el muy corto plazo los exportadores volvieron a pagar $ 2500 para la zona del Gran Rosario y para Necochea, y $ 2400 para Bahía Blanca.

El maíz nuevo se cotizó a 160 y a 163 dólares para Rosario y para Bahía Blanca, sin cambios, y a US$ 155 para Necochea, con una quita de US$ 5.

Las pérdidas sí se evidenciaron en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde los contratos julio y septiembre del maíz bajaron US$ 1 y 2,50 al cerrar con ajustes de US$ 170.

La soja disponible se mantuvo estable ayer entre 4000 y 4100 pesos para la zona del Gran Rosario. En cambio, en el Matba los contratos julio y noviembre perdieron US$ 6 y 5,40, en tanto que sus ajustes fueron de 287,50 y de 298,80 dólares.