De una conducción crítica a otra más dialoguista. “Es la llegada al poder del sector más afín a Cambiemos”, resumían las voces perdedoras en los pasillos del Salón Metropolitano de Rosario, donde este viernes la Federación Agraria Argentina (FAA) eligió a sus nuevas autoridades.

Omar Príncipe, en la presidencia desde fines de 2014, le deja el cargo al mendocino Carlos Achetoni, un productor ligado a las economías regionales que brega por más diálogo y menos confrontación con el Gobierno nacional.

El cambio de gestión en la entidad que representa a los pequeños y medianos productores sorprendió a propios y extraños. Muchos daban por hecha la reelección de Príncipe. Sin embargo, algunos de los delgados que lo apoyaban “se dieron vuelta” en las negociaciones previas a la votación. Ante ese panorama, decidió declinar su candidatura. La lista única de Achetoni obtuvo, entonces, el 88% de los sufragios. El 12% restante votó en blanco.

La gestión de Príncipe se caracterizó en el último tiempo por sus duros cuestionamientos al gobierno de Mauricio Macri. “Se condena otra vez a los pequeños y medianos productores, sin diferenciarlos, a pagar más para sostener la timba financiera y al FMI”, se quejó, por ejemplo, semanas atrás cuando el Presidente anunció en el nuevo esquema de retenciones.

Achetoni --hasta ahora secretario de Finanzas de la entidad-- y otros directivos de la entidad nunca comulgaron con la táctica de los tapones de punta. “Vamos a agotar todas las instancia de diálogo y a marcar errores. Pero no críticos para generar una desestabilización”, afirmó en su primer contacto con la prensa como presidente de la Federación.

Según pudo averiguar Clarín, el flamante mandatario cuenta con el apoyo de los delegados radicales que responden a Ernesto Sanz y con el respaldo de quienes están encolumnados detrás de la figura del senador y ruralista Alfredo De Angeli, referente del PRO en la provincia de Entre Ríos.

Su visión más conciliadora quedó en evidencia durante su discurso de asunción. Hizo mucho hincapié en los valores que definen a la Federación Agraria Argentina, pero esquivó hablar de la coyuntura política y de los graves problemas económicos por los que atraviesan la mayoría de los chacareros.

La referencia a la “crisis” llegó recién en la conferencia de prensa. “Obviamente, la crisis genera impactos negativos en nuestro sector. Pero creo que tenemos que poner el hombro y sacar a este país adelante entre todos”, planteó.

Por otro lado, el nuevo titular dela entidad que reúne a pequeños productores afirmó que “no vamos a bajar ninguna bandera. Creemos que el diálogo es la mejor vía para arribar a aquellas soluciones que no se pudieron alcanzar en este tiempo”.

Achetoni rechazó una disputa entre “las economías regionales y la zona núcleo” detrás de su asunción. Es la primera vez en mucho tiempo que un dirigente alejado de la zona centro se alza con el sillón presidencial. “Es algo circunstancial. No hay que leer esto como una antinomia. Provengo de una zona que en 2008 salió a la ruta respaldando la lucha que muchos productores tenían por la resolución 125. No teníamos soja pero salimos a lucha por el conjunto del sector”, destacó.

-¿Se solucionaron aquellos reclamos del 2008 para los pequeños y medianos productores?-, le preguntó Clarín.

-Si tenemos en cuanta que en el 2008 había un 35% de retenciones y que el gobierno quería llevarlo a 45%, hoy comparativamente no estamos en la misma situación. Creemos que esta diferencia de paridad cambiaria nos va a permitir mayor competitividad en el plano internacional- fue la respuesta del nuevo presidente.