Al confirmar un brote de rabia paresiante en Colonia Fortaleza (Misiones), que causó la muerte de trece bovinos, el Senasa dispuso la vacunación obligatoria del ganado en los campos de esta región, que está ubicada en el centro de la provincia (Departamento San Pedro).

La confirmación se obtuvo tras los análisis realizados a las muestras tomadas de los animales afectados, en el Laboratorio Regional de la localidad de Candelaria.

El Senasa confirmó la interdicción preventiva que había dispuesto al predio del foco al detectar la sospecha de la enfermedad y la amplió a los establecimientos ganaderos que se encuentran en diez kilómetros a la redonda.

La medida implica la suspensión de los movimientos de animales en esos campos hasta tanto completen el esquema de vacunación correspondiente, según las normas del organismo sanitario.

La vacunación contra la rabia en los establecimientos interdictados la realizará el ente sanitario Asociación Ganadera Andresito (AGA). La acción sanitaria es obligatoria y abarca a la totalidad de los animales de las especies bovina, equina, porcina, caprina, ovina y canina.

El Senasa recomendó a los productores informar con prontitud la presencia de animales con signos nerviosos (dentro o fuera del brote) y la detección de refugios donde habiten o sospechen la presencia de vampiros, que transmiten la enfermedad.

“En estos casos, se debe dar aviso inmediato a los veterinarios del organismo, del ente sanitario de la zona, o del Ministerio de la Producción provincial y bajo ninguna circunstancia intentar destruirlo por iniciativa propia”, explicó Gabriel Russo, jefe del Programa de Rabia Paresiante del Senasa.

El Comité Sanitario, integrado por representantes del Senasa, el Ministerio del Agro y la Producción y la Dirección de Inspección municipal de San Pedro, determinó el cumplimiento de las medidas sanitarias establecidas por el Senasa y además, solicitó otras acciones de difusión entre productores y pobladores de la zona, durante una reunión celebrada el pasado 19 de septiembre en la municipalidad local.

La rabia paralítica o paresiante es una enfermedad epidémica y recurrente causada por el virus rábico transmitido por el vampiro común Desmodus rotundus, que afecta principalmente a los bovinos, equinos, con menor frecuencia a otras especies domésticas, al hombre y a algunos animales silvestres.

Al tratarse de una zoonosis mortal, que se puede transmitir de los animales al hombre, es de suma importancia la prevención mediante la vacunación de los animales susceptibles de contraer la enfermedad y el control de vampiros. Los brotes de rabia paresiante perduran no más de 18 meses en un lugar, con periodos inter epidémicos sin la enfermedad de por los menos 3 o 4 años.

Los primeros signos en animales consisten en inquietud, falta de apetito, tendencia a aislarse y frecuentes vocalizaciones diferentes a las habituales. Luego se observa depresión, deshidratación, dificultad postural, ambulatoria y finalmente la muerte del animal.

“Se recuerda a los productores que la rabia es una enfermedad de denuncia obligatoria, por lo que deben concurrir de inmediato a la oficina del Senasa más próxima al establecimiento agropecuario para que el veterinario actuante, extraiga una muestra para su diagnóstico en un laboratorio, sin delegarlo a terceros”, precisaron desde el Senasa.

En lo que va del año 2018, en la región del NEA se detectaron distintos brotes de rabia paresiante: uno en Fracrán, provincia de Misiones, con 4 bovinos muertos; otro en el paraje Las Rosas, departamento de Bermejo, provincia del Chaco, que ocasionó la muerte de un bovino; dos brotes en las localidades correntinas de Colonia Liebig y Virasoro, con tres bovinos muertos, y en la provincia de Formosa, tres brotes, en las localidades de Pirané, Mariano Boedo y Misión Laishí, que produjeron la muerte de 16 bovinos y un equino.