Algunos dicen que Dios es peronista. Y la verdad es que, a veces, uno se tienta en pensar que es así.

Cristina Kirchner conoció de cerca esta creencia. Hubo días, en el año 2012, donde la soja alcanzó su máxima cotización en toda la historia, al superar el valor de 610 dólares, en el mercado de Chicago.

Pero, Mauricio Macri tiene otra experiencia. Ni tuvo volumen ni tiene precio.

Recordemos que el precio de la soja y el volumen de su cosecha determinan el monto de divisas provenientes desde el exterior. Obviamente, son clave en el estado de las arcas fiscales por de los derechos de exportación.

Aunque en rigor de verdad, la suerte de Macri no está de su (nuestro) lado, la realidad es que, en términos de precios, América del Sur no recorre el mismo camino que EE.UU.

La mayoría de los medios se hacen eco de una información muy difundida respecto al valor de la soja. Se afirma que el precio ha caído al nivel más bajo en diez años. Y no siempre se destaca que el precio al que se refieren es al establecido en el mercado de Chicago.

Como sabemos, el precio en Chicago ronda hoy en 300 dólares. Con atisbos de bajar algo más.

Acá, se puede apreciar su evolución, hasta mediados del año pasado.


El cuadro que sigue, con el precio en bushels, muestra la precipitada caída de los últimos meses, en Chicago. Se nota, concretamente a partir de junio, cuando se expresa, en forma realmente virulenta, el conflicto comercial entre EE.UU. y China. Veamos el gráfico:


El tema es central. ¿Por qué?

La respuesta es relativamente sencilla: la gravedad del conflicto se basa en que ambos países son determinantes del comercio mundial de la oleaginosa. El primero, como productor, pues levantará aproximadamente 128 millones de toneladas (de acuerdo al USDA). Y el segundo, como importador cuyas compras, durante el ciclo 2017/2018, llegaron a 94 millones de toneladas.

A resultas del conflicto, la baja de importaciones por parte de China debería acentuarse. Las represalias chinas a las trabas impuestas por EE.UU. siguen en aumento.

Por ello, no resulta totalmente cierto que la soja haya llegado a su nivel más bajo en 10 años. La realidad es que tal baja se registra en Chicago, fundamentalmente por el mencionado conflicto.

Distinto es el caso de América del Sur, también, gran proveedor de China. Sobre todo Brasil.

Es verdad que el precio de la soja ha caído. No cabe duda de ello. Pero, visiblemente lo ha hecho en menor proporción.

Veamos el cuadro que hemos preparado.


A principios de año, la diferencia entre el FOB Argentina y el FOB Chicago llegaba a tan solo 3%.

Hoy el precio en Argentina está cerca de un 25% por encima del de Chicago. Muy superior a la media.

Así las cosas, el precio doméstico mantiene una diferencia considerable con el precio FAS teórico.

Alguien está ganando mucho dinero a costa del productor.