En la edición Nº 1873 del Informativo Semanal se emitió un artículo analizando la hoja de balance de biodiesel, en base a la información y estimaciones presentadas por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en su informe anual de oferta y demanda de biocombustibles para Argentina, el cual fue preparado por Kenneth Joseph y aprobado por Lázaro Sandoval.


En esta oportunidad se realizarán observaciones acerca de la hoja de balance de Bioetanol, publicada en el mismo informe del USDA. Se analizarán los datos que van desde el año 2009 al 2018 (estimado).


a) La producción de etanol alcanzaría en el año 2018 el récord histórico de 1.150 millones de litros, lo que representaría un incremento del 4,1% respecto al año pasado, y un 24,2% en comparación al 2016.


La producción argentina de etanol presenta un álgido ritmo de crecimiento. De acuerdo al USDA, la misma llegaría a los 1.150 millones de litros en el presente año, lo que constituye una mejora del 4,1% en relación al año pasado, pero un importante salto del 24,2% si se compara con dos años atrás.


Este aumento se registraría en respuesta a una creciente demanda interna, que también estaría alcanzando niveles sin precedentes. Al no haber exportaciones de etanol, la producción crece de la mano con las necesidades domésticas, principalmente para abastecer los requisitos de mezcla con nafta, cuya tasa de corte obligatoria es del 12%.


En cuanto a los insumos utilizados en la elaboración de etanol, en 2018 el 55% se haría en base a maíz, mientras que el 45% restante tendría como insumo a la caña de azúcar. En realidad, el mandato oficial determina que ambos insumos deben ser utilizados en iguales proporciones, es decir 50% y 50%.

Sin embargo, la caña de azúcar perdió participación relativa al enfrentar problemas de suministro en los primeros meses de este año, los cuales fueron originados, en primer lugar, porque el gobierno redujo los precios oficiales y no distribuyó las cuotas individuales de las compañías en la última parte de 2017. En segundo lugar, las fuertes lluvias que ocurrieron en febrero en el norte (principalmente en Salta y Jujuy) afectaron la producción y la logística.


b) La capacidad de producción teórica de etanol aumentaría un 5,8% en el año 2018 respecto al 2017 y se espera que continúe creciendo en los próximos años.


La capacidad teórica de producción de etanol alcanzaría en 2018 los 1.270 millones de litros, es decir, 70 millones de litros más que en el año previo, y un 33,7% superior al año 2016. La capacidad de las fábricas se ha ido incrementando durante el último tiempo impulsada principalmente por las tasas de corte obligatorias, y por el aumento sostenido del consumo de nafta. Sin embargo, este crecimiento se ha morigerado en el último año por la incertidumbre sobre el futuro de las políticas que puedan afectar al sector.


Actualmente, el país cuenta con 10 plantas industriales en base a azúcar localizadas en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy. Por otra parte, existen cinco plantas que producen etanol en base a granos (casi exclusivamente maíz) en el centro del país. La distribución geográfica de las fábricas de bioetanol (y también de biodiesel) se ilustra en el siguiente gráfico, tomado del informe de biocombustibles del Ministerio de Agroindustria, correspondiente al mes de agosto.


El USDA estima que en los próximos 3 a 4 años, la capacidad productiva aumentaría alcanzando los 1.400 millones de litros, gracias a ampliaciones en las plantas ya existentes. Asimismo, afirma que si el consumo de nafta continúa incrementándose a razón de un 5% anual, y la tasa de corte continúa en 12%, las fábricas podrían abastecer esta demanda sin problemas durante los próximos 3 o 4 años, con lo que no sería necesario recurrir a importaciones.


c) El uso de Etanol como combustible crecería un 7,2% en 2018, mientras que la tasa de corte efectiva aumentaría en 0,2 puntos porcentuales, ubicándose en 11,8%.


La utilización de Etanol como combustible aumentaría en 2018 un 7,2% respecto al año anterior, y un 26,9% en comparación a 2016, llegando a los 1.155 millones de litros por año. Al mismo tiempo, el consumo de nafta en el parque automotor de Argentina también subiría en 2018, en este caso un 5,2% en relación al año previo, ubicándose en 9.800 millones de litros. Como el incremento del bioetanol sería proporcionalmente mayor al de nafta, la tasa de corte efectiva del combustible se posicionaría en 11,8%, lo cual representaría un ligero incremento de 0,2 puntos porcentuales desde el año pasado.


A su vez, el informe menciona que se especula con un aumento potencial del mandato al 15 por ciento, o la implementación de un sistema de combustible flexible (flex fuel) con una mezcla más elevada. A priori, los fabricantes de automóviles tienen sus temores de que el aumento adicional en la tasa de corte genere problemas con los motores existentes y la extensión de garantías. Por otro lado, los productores de etanol han completado estudios que demuestran que la nafta puede mezclarse con 12, 15 y 20 por ciento de etanol sin afectar a los motores más nuevos.


d) En 2018, de manera excepcional, se importarían cinco millones de litros de etanol para cumplir con la tasa de corte obligatoria.

Argentina importa etanol principalmente como otros productos químicos industriales y también como bebidas. En el presente año, el gobierno autorizó por primera vez un pequeño volumen de importaciones de 5 millones de litros para asegurar el cumplimiento del mandato de corte del 12%, esto debido a los problemas productivos que enfrentó la caña de azúcar, los cuales se mencionaron con anterioridad.

Mientras la mayoría de los agentes considera que este evento fue excepcional, unos pocos analistas creen que podrían importarse dos o tres cargas más en lo que resta del año. Pese a esto, no se espera que las importaciones sean necesarias en los años sucesivos.


FUENTE: BCR