En medio de la campaña de granos finos 2018/19, en el comienzo de la definición del trigo y con una gran preocupación ante los fallos que están mostrando los pronósticos, charlamos con el Dr. José Luis Aiello y Alfredo Elorriaga, integrante y asesor del grupo GEA.

—Alfredo, ¿Qué fue lo que pasó en este fin de semana?

—Hace 72 horas todos los pronósticos y modelos numéricos indicaban la probabilidad de lluvias generalizadas sobre el centro del país. Se esperaba un alivio en las zonas más necesitadas de agua para mantener la evolución del trigo. Pero con el avance de las horas, las condiciones atmosféricas fueron cambiaron muy rápido.

—¿Otra vez el agua fue para Buenos Aires?

—Sí, el centro y este provincial fue lo más favorecido. Gran Buenos Aires, Capital Federal y áreas cómo Saladillo, Las Flores, Azul y Tandil recibieron acumulados entre 10 y 40 mm.

—¿Y en Córdoba?

—Hubo algunas localidades del noroeste que registraron un total entre 6 y 10 mm y algún que otro punto disperso con montos por debajo de los 3 mm. Pero, en general, casi todo el territorio Cordobés no tuvo precipitaciones.

—Pero el oeste de argentina suele tener esta reducción estacional de lluvias respecto del resto de la pampa húmeda, ¿por qué son más deficitarias las precipitaciones este año en Córdoba?

— Este año, esa diferencia está mucho más acentuada. La escasez se viene manifestando ya desde el inicio del invierno y ahora se está pronunciando mucho más a días de entrar a la primavera. Para graficar la actual situación, fíjate en estos mapas de la provincia de Córdoba.


En el mapa se ve representada la precipitación que debería recibir la provincia en los próximos 15 días, (a inicios de octubre 2018) para alcanzar un estado de reservas de humedad del suelo óptimo.

—¿Este es el escenario actualizado con las últimas lluvias?

—Sí, pero como fueron nulas o escasas no cambia lo que venimos observando desde hace semanas. Para que se normalicen las reservas de agua en el suelo se necesitan entre 80 a 140 mm.

—¿Qué probabilidad histórica hay de que las lluvias cumplan con esta necesidad en las próximas dos semanas?

—Muy pocas. Las estadísticas juegan en contra de las posibilidades de Córdoba. Tomando en cuenta los registros de los últimos 50 años, sólo en los departamentos que están al este, pegados con el límite provincial de Santa fe, tienen un 5% a 20% de probabilidades.

—¿Y en los pronósticos de esta semana qué se observa para Córdoba?

—Hay un nuevo periodo de inestabilidad que se pronostica para las próximas 48 a 72 horas. Pero como ya hemos dicho, la atmósfera está presentando una importantísima variabilidad. Habrá que esperar para ver cómo se desarrolla, y ver si alcanza a Córdoba y empieza a sumar a favor de las estadísticas.

—José Luis, ¿esto significa que estamos con un pulso seco?

—Sí, y es lamentable porque estábamos teniendo un buen desarrollo de la campaña fina. Pero en Córdoba la falta de agua está superando el fenómeno estacional. Hoy los perfiles de suelo están acusando un pulso seco.

—¿Cómo es la situación actual del Pacifico Ecuatorial?

—El estado actual del Pacífico es de neutralidad con pronósticos de que se instale un “Niño” de baja intensidad en el próximo trimestre.

—José Luis, esto es una buena noticia para la finalización de la fina y el arranque de la gruesa.

—Sí, pero no hay que olvidarse que los efectos de las anomalías climáticas se hacen más frecuentes e intensos por el efecto del cambio climático.

—¿Esto hace más difícil prever los escenarios productivos?

—Por supuesto. Hay que tomar conciencia de que el sector va hacia una mayor vulnerabilidad productiva. No hay que dejar de lado lo que sucedió en la sequía de la campaña pasada. En este momento lo está sufriendo todo el centro de Brasil y tambien hay eventos recientes en Europa. El punto central es que no hay que cantar victoria cómo se viene haciendo, esperando que todo se solucione con una gran campaña. Estas anomalías no son pronosticables por los modelos numéricos. Se necesita una meteorología seria para seguir y entender la fenomenología de las circulaciones atmosféricas, lo que es uno de los principales objetivos del GEA de la bolsa de comercio de Rosario.