En medio de la volatilidad del dólar, en la última semana se generó una tensión en el mercado de trigo con una oferta retraída y una industria molinera preocupada por la caída en los negocios. Este último sector, acostumbrado a trabajar con stocks de dos semanas a un mes ahora está con algo más de una semana.

La situación fue confirmada por diversas fuentes de la cadena agroindustrial. Si bien todavía no se generó una situación de desabastecimiento de harina de los molinos a las panaderías, la situación está generando alarmas.

La molinería tiene una necesidad de compra de unas 25.000 toneladas diarias, en promedio como sector. "La semana pasada tendríamos que haber adquirido unas 80.000 toneladas en toda la semana y solo estuvimos en 27.000 toneladas", contó una fuente del sector molinero.

"Hay una retracción en la oferta producto de la incertidumbre; el productor no se siente seducido a vender", agregó el industrial.

El sector molinero compró 3,8 millones de toneladas en lo que va del año, un 8% menos respecto de igual fecha de 2017. Le falta adquirir otros dos millones de toneladas, según precisaron las fuentes consultadas.

"Esperemos que se normalice el mercado, pero hay preocupación por la escasa o nula oferta de trigo", indicó el industrial.

Según trascendió, funcionarios del Ministerio de Producción ya fueron informados de lo que viene ocurriendo en el mercado.

De acuerdo a otra fuente consultada, con la volatilidad que tiene el dólar el productor, más allá del precio, no está entusiasmado a comercializar con plazos de pago de la mercadería que van de 20 a 35 días según los molinos.

"Hay poca oferta, no hay necesidad para vender", señaló Javier Buján, de Kimei Cereales. Para este corredor, la tendencia podría cambiar cuando se acelere la siembra de granos gruesos, con el maíz -su implantación ya comenzó- y la soja.

"Puede haber más oferta en la medida que nos acerquemos a esa siembra y haya más necesidades (para comprar insumos y pagar labores)", apuntó.

Desde la Asociación de la Cadena de Trigo (Argentrigo), su presidente David Hughes reconoció el momento de tensión en el mercado del cereal.

"No se está llegando fácil a los negocios. El que se quedó con mercadería la está defendiendo hasta que venga la próxima cosecha. Es una puja comercial", señaló Hughes.

Con los molinos cerrando pocos negocios más allá de los precios ofrecidos, la pregunta que sobrevuela es si puede resentirse en lo inmediato el abastecimiento de harina a las panaderías. Para los molinos, por ahora esa no es la situación. En esta línea, Buján dijo: "No creo que haya una alarma de desabastecimiento; es una luz amarilla".

Consultado sobre este tema, Emilio Majori, vicepresidente de la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires, señaló que no hay problemas de suministro de harina. "El abastecimiento está bien, pero la bolsa de harina vale casi $1000 cuando hace diez días estaba en 700 pesos", señaló.

Según dijo, en la provincia el kilo de pan va de 70 a 85 pesos cuando hace un mes rondaba de 45 a 55 pesos. Condicionó cualquier nueva suba a lo que ocurra con la harina. "Estamos esperando que se estabilice el precio", dijo.

Ayer los exportadores ofrecieron $7500 por tonelada de trigo disponible, $500 más que anteayer. En tanto, para los molinos los precios fueron entre 7600 y 9200 pesos.

Por: Fernando Bertello