En el sudeste de Córdoba, el estado de los trigos es, en general, bueno, sobrellevando un invierno intenso, con más de 46 heladas en el ciclo del cultivo hasta ahora y muchas de ellas muy fuertes. Estas heladas fueron soportadas sin grandes problemas, excepto en los lotes sobre rastrojos de maíz o en los lotes con mucha cobertura en zonas de bajos donde el impacto del frío de las heladas se incrementa.

El impacto de las heladas no repercutió demasiado sobre la mayoría de los trigos debido, principalmente, a que el frío fue acompañando desde el principio y generando cultivos que vienen desarrollando tejidos rustificados. Esta situación podría llegar a cambiar con las amplitudes térmicas características en lo que resta del año.

El buen estado de los trigos responde, también, a que comenzaron su ciclo con muy buena humedad en implantación, lo que les permitió ir copiando el perfil con su sistema radicular y no tener que sortear períodos de escasez de agua, típicas de nuestra zona durante el invierno.

El inconveniente que venimos detectando y, que quizás se incremente en el trascurso de la actual campaña, es la aparición de enfermedades. Desde hace tres semanas estamos viendo cómo mancha amarilla está creciendo en incidencia en casi todos los materiales sembrados en la zona núcleo, con recuentos que, en promedio, nos están dando entre 30 y 50% de incidencia y entre 10 y 20% de severidad.

Si bien en nuestra zona no estamos encontrando roya estriada o amarilla, seguimos atentos en su monitoreo, ya que sí se han reportado en otras provincias, como Entre Ríos, centro de Santa Fe y norte de Buenos Aires.

El autor es técnico del INTA

Por: Juan Pablo Ioele