El llamado “cosechón” de cerezas chilenas esta temporada, que significó un incremento de más del 100% en las exportaciones de esta especie en los mercados, terminó no sólo bajando el retorno promedio a los productores por segundo año consecutivo. También, entregó pagos que estuvieron lejos de cubrir los costos por la producción de calibres menores.

De acuerdo a la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), las cerezas calibre 22-24 mm y 24-26 mm recibieron retornos al productor de USD 1,08 y USD 2,28 por kilo, respectivamente, siendo que el costo promedio anual de producirlas asciende a los USD 2,93.

Así, solo los calibres más grandes están reportando márgenes de rentabilidad a los cereceros, tal como indica el Análisis de Liquidaciones de Fedefruta que será presentado mañana en Rancagua, con productores de la zona.

El reporte de Fedefruta realizado este año para las cerezas de productores que fueron comercializadas por las exportadoras, detectó que el retorno neto por kilo de esta fruta se situó en los USD 4,16, un dólar menos que en la temporada anterior, y 1,5 dólares menos que en la campaña 2015-2016.

“Con el aumento notable del volumen exportado este año, era esperable encontrarse con liquidaciones a ese valor, o incluso menores”, comentó Alfredo García, encargado de realizar el estudio de Fedefruta.

“Sin embargo, el dato preocupante de nuestro último análisis es que el envío de cerezas de menor tamaño puede significarle pérdidas económicas al productor”, afirmó García.

Esto, porque las cerezas calibre 22-24 mm y 24-26 mm recibieron retornos al productor de USD 1,08 y USD 2,28 por kilo, respectivamente, siendo que el costo promedio anual de producirlas asciende a los USD 2,93. Junto con eso, el promedio de las liquidaciones de un calibre mediano como el de 26-28 mm, solo llegó a los USD 3,7 por kilo, dejando menos de un dólar de rentabilidad al fruticultor.