Como venimos comentando, una serie de fenómenos han afectado negativamente los precios de la soja. Y por el conflicto entre EE.UU. y China, el precio FOB Chicago ha sido el más afectado respecto a los precios del mismo producto pero de otros mercados.

Por ello, se nota claramente el descuento del precio norteamericano sobre el sudamericano.

Sin embargo, a lo largo de los últimos días los precios han sido favorables para la soja.

La razón fundamental viene de un lado que no se esperaba: del trigo en el mundo.

La reducción en la oferta de trigo en el mundo está empujando en suba a los precios de todos los granos en general.

Pero el tema no acaba acá. No debe descartarse el cambio de clima en las posibilidades de exportación de soja por parte de EE.UU. Es que, desde la semana pasada, han mejorado claramente las expectativas de exportación de América del Norte hacia a Europa.

Las negociaciones entre EE.UU y la U.E. han cambiado el panorama para la soja estadounidense, bajo la dirección del Presidente Donald Trump y el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.

El acuerdo entre ambos bloques se dirige hacia una situación de "cero aranceles". De esta forma, se intenta evitar la guerra comercial. Así, la U.E. importará más soja estadounidense, mientras las dos partes inician negociaciones para anular barreras comerciales.

El tema merece especial atención, pues pareciera que hasta el momento el acuerdo es más simbólico que real, dado que no existen aranceles en la U.E. para la entrada de soja estadounidense.

Sea lo que fuere, el anuncio, por ahora, facilita la mejora de precios en puertos estadounidenses, aunque muestra un efecto neutro sobre los valores en puertos argentinos.

El gráfico que sigue expone claramente cómo, a partir de fines de mayo, el precio FOB Chicago comenzó a decaer. Y también, cómo desde hace unos días, empezó a levantar, más o menos cuando se anunció el principio de acuerdo mencionado.

A ello, vino a sumarse el programa de ayuda para los “farmers” de EE.UU. anunciado por el Secretario de Agricultura, Sonny Perdue, que autoriza un monto de alrededor de 12.000 millones de dólares para la agricultura. Esta suma de dinero sería similar al impacto negativo sobre los agricultores, por la represalia china.

Se trata de una suerte de asistencia directa. Es decir, un programa de compra consistente en la adquisición de excedentes inesperados en las cosechas, por parte del gobierno y un programa de promoción comercial. Está destinado a los productores de soja, de leche y de carne de cerdo, considerados como los más castigados por los gravámenes impuestos por China.

Una buena nueva es la que viene de las expectativas sobre la tasa de interés en EE.UU. Los analistas creen que la tasa de interés no subirá en los próximos días. Se espera que sí lo haga recién en septiembre. Todo indica que, de no mediar una sorpresa, la tasa seguirá en el rango de entre el 1,75 % y el 2 %, dada la confianza en el buen rumbo de la economía nacional.

En tal caso, el dólar respecto a las demás monedas no tendría sustento para una nueva revalorización.

Veamos el recorrido del Índice DXY que compara el comportamiento del dólar estadounidense frente a las otras seis principales divisas del mundo: el euro el yen japonés la libra esterlina el dólar canadiense la corona sueca y el franco suizo.

Indice DXY


Este índice hace un seguimiento de la fortaleza del dólar contra una cesta con las principales divisas. Y desde mediados de junio, luego de una fuerte alza, el nivel se ha mantenido de forma más o menos estable, con leve tendencia a la baja.

Así las cosas, el clima de negocios para la soja ha mejorado. Y, al menos en el muy corto plazo, es posible que el valor internacional se mantenga o mejore algo.