CAIR publicó su nuevo informe sobre el Mercado Semestral del Sector Inmobiliario Rural, y de ante mano advierten que es muy complejo poder analizar el primer semestre del 2018. Ya que estamos atravesando una fuerte crisis económica y política, que afecta la credibilidad.

A fines del año 2017, se pudieron observar los primeros síntomas de desconcierto, cuando se generó un manejo infrecuente en la conducción del banco central, sin embargo, a poco de haber triunfado en las elecciones de medio término en octubre de 2017, el gobierno estaba confiado en poder avanzar con reformas y reencauzar la actividad económica del país. Fue durante estos primeros meses del año actual, cuando se notó una mayor actividad en el sector; se generaron más consultas por parte de clientes y se pudieron organizar visitas a los campos, concretándose algunas operaciones.

Desde CAIR, han podido reconocer un aumento en la cantidad de operaciones, superior a períodos previos. Podemos estimar, que dichas transacciones, se ubicaban por lo general, mayoritariamente, en un rango de hasta los 3 millones de dólares; en menor medida, se ubica el rango de inversiones entre los 3 a 5 millones; siendo escasas las ventas del orden entre 5 a 10 millones y muy pocas ventas que superaron dicho límite hasta los 20 millones de dólares.

Los valores de las operaciones se han mantenido con una cierta estabilidad, que podríamos estimar en una baja de entre el 5 y el 10% con respecto a los precios estimados de venta; salvo la zona núcleo, una muy pequeña zona del país, en campos óptimos donde el precio se sigue manteniendo firme.

Al panorama descripto precedentemente podemos agregarle que a la actividad la siguieron afectando los factores que mencionamos en nuestro informe de mercado del semestre anterior: la dificultad para inversores extranjeros como consecuencia de la vigencia de la Ley 26.737 Régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales, las dificultades que continuaban acechando a nuestra economía: inflación, déficit fiscal, presión impositiva, el endeudamiento externo (que ahora se vio multiplicado con la implementación del crédito del FMI), etc.

Es importante destacar, que en los últimos tiempos se ha agregado un creciente enrarecimiento de los mercados internacionales, como consecuencia de una disputa comercial entre los EEUU y China, lo cual no ha hecho más que agregar incertidumbre fronteras afuera y un paulatino deterioro del valor de las monedas con respecto al dólar estadounidense. La suba de las tasas de interés internacionales, debería repercutir en forma negativa sobre los valores de los campos.

Tal vez, podamos rescatar el fuerte interés en el arrendamiento de campos de aptitud agrícola, como un hecho positivo para la presente campaña, ante una cierta licuación de costos como consecuencia de la persistente devaluación del peso argentino y valores de los granos que permitirían visualizar una campaña más promisoria.