BACALAR, Quintana Roo. Apicultores de Bacalar se han esperanzado en la llegada de lluvias para mantener las colmenas y aumentar la producción de miel, que por la sequía ha disminuido.

Alfonso Ek Poot, representante de la Sociedad de Productores Rurales “Kabi-Habin”, señaló que más del 50% de los 120 productores que conforman el centro de acopio de Blanca Flor, trabajan con ciclos naturales, por ello esperan las lluvias.

Explicó que éstas son un fenómeno clave para los apicultores primarios, es decir, para aquellos que respetan las tradiciones de sus antepasados mayas. Admitió que los campesinos sufrieron en los últimos dos años, ya que la sequía fue prolongada y, por consiguiente, fue difícil lograr la permanencia de las abejas en las colmenas.

“El agua favorece la floración y la permanencia de las abejas en sus colmenas”, aseveró el experto, argumentando que “al no tener alimento se van con su reina a otros lugares”.

Las sequías los obligaron a buscar soluciones a los apicultores mediante cursos de capacitación en los que se enseñó, entre otras cosas, a alimentar a las abejas con frutas y algunas harinas combinadas con miel y azúcar para garantizar su permanencia en las colmenas.

Previo a estas enseñanzas y ante la falta de floración en los cultivos, los campesinos usaban azúcar como atrayente, algo que no resultaba suficiente.
“También hace dos años los apicultores, ante la crisis, emprendieron una campaña para crear una nueva cultura de protección y cuidado del insecto, buscando preservar mediante nuevas acciones la producción de miel en la región”.

“Ahora, los campesinos ya saben qué árboles y flores sembrar para garantizar la alimentación de las abejas y con eso su cuidado. “Ya tomaron conciencia de los cambios climatológicos que cada vez son más complejos, ya no son tan dependientes de la naturaleza, saben que serán más productivos si aprovechan las nuevas técnicas de siembra”, aseveró.

Según Cesar Jacinto González, presidente de la Unión de Campesinos y Grupos Agropecuarios, hay más de mil 200 apicultores ubicados en las 57 comunidades de Bacalar.

Reconoció que si la miel constantemente tiene buen precio, cada vez cuesta más trabajo realizar buenas cosechas.