A pesar de que los precios de algunos rubros ya estaban establecidos, el gobierno decidió a última hora postergar el anuncio sobre los montos de los productos del Plan 50, que fijaron luego de “tres semanas intensas de conversaciones”, dijo el presidente Nicolás Maduro. El mandatario había dicho que la información la suministraría el vicepresidente del Área Económica, Tareck el Aissami, el sábado pasado.

Extraoficialmente se supo que en la reunión el precio fijado para el kilo de maíz fue de 250.000 bolívares y el del arroz en 200.000 bolívares al productor.

“En la mesa de trabajo se siguió la instrucción del vicepresidente del Área Económica de acordar entre los actores económicos el precio del arroz blanco de mesa a nivel de consumidor final”, según un documento sobre los “arreglos alcanzados”.

El precio “justo” del kilo de arroz para el consumidor se habría convenido en 1.273.082 bolívares. Mientras que el de café estaría entre 7,6 millones y 5,7 millones de bolívares, dependiendo del grado, que oscila entre 3 y 5. El precio de los niveles 1 y 2 no se habría fijado.

La sesión de trabajo para precisar el precio del café se llevó a cabo el 2 de julio en la sede del Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras entre el despacho de Alimentación, la Gran Misión Abastecimiento Soberano, la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, la Corporación Venezolana del Café y representantes “del sector de la producción primaria e industrial”. El acta de la reunión indica que sancionarán a quienes “no respeten las condiciones acordadas, aumento desmedido del quintal de café verde por especulación, compromisos con el Estado para dejar el precio convenido por dos meses y revisarlo previo inicio de la cosecha de 2018-2019; aporte de 20% del café tostado y molido por parte de torrefactoras para los CLAP administrado por la CVC”. (Sic)

Fedeagro, gremio que reúne a agropecuarios que producen 80% de los alimentos de origen agrícola vegetal, sostiene que las reuniones y acuerdos se están haciendo a espaldas de los sectores productivos.

Han insistido también en que no tiene ningún sentido fijar un precio en una economía hiperinflacionaria. “Fedeagro no reconoce ningún precio que se haya fijado en esas reuniones, porque no cubren las expectativas de ingresos de los productores por el alza diaria de los costos de producción causados por la hiperinflación”, declaró Celso Fantinel, primer vicepresidente del gremio.

Carlos Larrazábal, presidente de Fedecámaras, informó que los mecanismos de fijación de precios son en buena parte la causa de los bajos niveles de producción, de desabastecimiento y de la crisis económica que hay. “El control de precios no ha funcionado en ninguna parte del mundo donde hay hiperinflación. Esta se corrige tomando las medidas macroeconómicas apropiadas y adecuadas, y eso no se está haciendo”, dijo.

El 23 de junio El Aissami anunció que productores del país habían sido convocados a mesas de trabajo para “sincerar las estructuras de costos” de 50 productos y posteriormente concertar los nuevos precios. En el primer día de reuniones les exigieron entregar al Ejecutivo 70% de la producción.