Ya no hay excusas. El presidente Mauricio Macri despejó de manera definitiva la cuestión de las retenciones, tras varios días durante los cuales el tema estuvo sobre el tapete. Es hora de ir al grano.

El peor efecto del fantasma del regreso de los derechos de exportación fue el freno a la inversión en tecnología. No bajó la intención de siembra, pero sí hubo una caída en las expectativas de intensificación. Ya sabemos: retenciones significa que el dólar al que el productor va a vender su cosecha será más bajo que el dólar con el que adquiere los insumos. Por eso es tan regresivo. Afecta de manera particular el uso de fertilizantes, lo que significa seguir hipotecando el futuro, ya que no se alcanza a reponer los nutrientes que se llevan los cultivos. Si bien hubo una clara recuperación desde que finalizó la era K, todavía continuamos “sub standard”.

También se sacrifica la calidad, en particular en trigo. Hace quince días, una fuerte delegación argentina, con funcionarios nacionales y de la provincia de Buenos Aires (principal productora), representantes de los productores y de la industria molinera, se reunió con los directivos de Abitrigo. Es la organización que coordina a la cadena triguera de Brasil, segundo importador mundial detrás de Egipto. Los resultados fueron excelentes, en el camino de recuperar la confianza, tras el default triguero provocado por el gobierno anterior. Pero tenemos que ofrecer volumen y calidad. Necesitamos mucho y bueno, y para eso está la tecnología.

Felizmente, la vanguardia no se distrae y sigue adelante en el sendero de la innovación y la solución de problemas. Se suceden los eventos y encuentros de todo tipo, solapándose las cuestiones inmediatas (malezas, enfermedades) con las miradas de faros largos. En un mes, el congreso de Aapresid volverá a juntar a todos, esta vez en Córdoba, bajo el leit motiv de la “Sustentología”. Pero con algunas previas, como los encuentros de “AgTech” que convocan a los emprendedores del ecosistema digital.

También es una gran señal que el Matba (mercado a término) haya alcanzado un volumen de operaciones récord. Las coberturas ya forman parte del sistema. También es bueno que muchos que se cubrían en Chicago recalen cada vez más en el mercado local, que se ha divorciado del norteamericano desde que se desató la pelea de Trump con XiJinping. Chicago seguirá siendo una referencia fundamental, pero ya no suficiente. También ayudan los pronósticos climáticos, que van confirmando un año Niño desde la primavera, como señala Leo De Benedictis, meteorólogo de Canal Rural.

Despejado el horizonte, el cluster vuelve a apretar el acelerador. Ojalá que nadie eche nuevas sombras sobre un sector en el que está depositada la última esperanza. Sepamos que, como dijo el poeta, “cuando el campo está triste los pueblos se llenan de yuyos”.