Así, los informes publicados el pasado viernes 29 de junio, stocks trimestrales (de marzo a mayo 2018) y superficie sembrada en Estados Unidos con estos granos, tiene especial impacto en los precios de soja y maíz, y en menor medida en trigo, que muestra una realidad diferente a nivel local. Consideremos la oferta y la demanda para tomar decisiones comerciales.

Veamos los datos que arrojaron ambos informes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA):

SOJA:

Superficie sembrada: 36,26 millones de hectáreas, disminuyó 1% respecto al 2017, pero resulta 260 mil hectáreas por encima de lo estimado en marzo de este año. (BAJISTA)

Stock trimestral: 33,2 millones de toneladas en las mediciones de stock trimestral al 1° de junio, 26% por encima del stock a junio 2017. De este volumen, 10,26 millones de toneladas se encuentran almacenadas con los productores, un volumen 13% por encima del volumen almacenado a campo el año pasado a estas fechas. El nivel de desaparición trimestral de soja entre marzo y mayo fue 15% superior a igual período de 2017. (BAJISTA)

MAÍZ:

Superficie sembrada 2018: 36 millones de hectáreas, 1% inferior a la superficie sembrada en 2017, pero superior a las 35,6 millones de hectáreas estimadas en marzo. (BAJISTA)

Stock trimestral: Al primero de junio 2018, el stock de maíz es de 134,9 millones de toneladas, 1% por encima del stock a junio 2017. De este maíz, 70 millones de toneladas se encuentran almacenadas en manos de los productores, 3% por debajo del almacenaje a igual fecha el año pasado. Por último, la merma de stock respecto a la última medición en marzo pasado, indica la desaparición de 91 millones de toneladas, 6% más que el maíz desaparecido en el mismo trimestre del año pasado. (NEUTRO)

TRIGO:

Superficie sembrada: 19,34 millones de hectáreas, 4% mayor respecto al 2017, y levemente por encima de lo estimado en marzo, 19,14 millones de hectáreas. (BAJISTA)

Stock trimestral: 29,9 millones de toneladas de todos los trigos en Estados Unidos, 7% por debajo del stock a igual fecha en 2017. A campo permanecen almacenadas 3,5 millones de toneladas, 32% por debajo de lo almacenado el año pasado a estas fechas. La desaparición trimestral de trigo marzo-mayo fue de 10,75 millones de toneladas, 18% por debajo de la desaparición en igual período de 2017. (NEUTRO)El impacto en los precios fue bajista en soja, apoyando la tendencia de los últimos 30 días, en maíz y trigo los informes fueron lateral-alcistas, mostrando un posible cambio de rumbo.Pongamos el enfoque en la soja, vemos que desde Estados Unidos la oferta se encuentra asegurada, en el corto plazo por los stocks 17/18, y en el mediano plazo por la superficie 18/19 sembrada y la excelente condición de los cultivos.

Una de las combinaciones más bajistas en los mercados de granos es una oferta abundante y una demanda retraída, así los desacuerdos comerciales entre China y Estados Unidos, afectan directamente sobre la demanda de este grano, y han presionado con el consecuente impacto bajista en los precios. La soja es el grano con mayor volumen de importación de parte de China, proyectada en 103 millones de toneladas para la campaña 18/19. De este volumen hay más de 30 millones que demandaría firmemente a Estados Unidos, pero el ritmo de pedidos ha bajado desde que inició este conflicto comercial China-USA. Por el contrario, los pedidos sobre Brasil se aceleraron, y, en lo que va del 2018 llevan compradas más de 27,7 millones de toneladas a este país. Si vemos que los precios de exportación (FOB) de Brasil a julio 2018, se encuentran más de U$S 40/TN por encima del FOB Golfo de México en Estados Unidos, queda comprobado que hay presión de compra sobre Brasil, y desinterés por la soja estadounidense, aunque los precios de esta última sean más competitivos.

Maíz y trigo son cereales que no tendrán gran impacto en medio de este conflicto bilateral, pero por contagio se verán presionados a la suba o a la baja, en la medida que se reactiven o no las compras desde China a Estados Unidos.Con muy buenas perspectivas de la oferta 18/19 en Estados Unidos, y regulares perspectivas de la demanda, no es de extrañar que los fondos de inversión sigan retirándose de los granos, más puntualmente de soja, que hacia fin de mayo contaba con más de 100 mil contratos comprados, y a fin de junio el balance entre comprados y vendidos llega a cero, como se observa en el gráfico, marcando expectativas a la baja en el corto y mediano plazo.


La reacción de los inversores da la pauta que los recortes de precio en la soja de Chicago, que alcanza una baja de U$S -70/TN, no se espera sean reversibles en el corto plazo. Significa que los actuales U$S 317/TN vinieron para quedarse o seguir en busca de precios más bajos.

Con este panorama internacional, y entrando al mes que define el volumen de soja en Estados Unidos, vender o cubrir precios a la baja representa lo más lógico a decidir, sobre todo si el volumen almacenado y sin precio sigue siendo superior al 50% de lo producido este año. También considerar los precios hacia la 2019, y que estas tendencias podrían continuar hacia la nueva campaña, con más presión en caso que las expectativas productivas de Sudamérica sean promisorias en volumen.

Dejamos al maíz en descanso, sabiendo que a nivel local hay expectativas de recuperación de julio a diciembre 2018, a partir de las que debieran tomarse decisiones de venta y no antes.

Vayamos a trigo, con un panorama local de poco volumen en los próximos meses, y un panorama internacional donde Estados Unidos no es el único que comanda el mercado, sino también Rusia, Ucrania y Australia, países que muestran un clima hostil en muchas zonas productivas, y amenazan la producción 18/19. En medio de este posible debilitamiento en la oferta internacional, vemos que la exportación de trigo nuevo (18/19) en nuestro país lleva casi 2,5 millones de toneladas compradas, 1 millón más que el año pasado a igual fecha, y de este volumen, 2 millones ya están comprometidos a embarcar, cuando el año pasado a esta fecha no había ningún compromiso de embarque cerrado con tanta anticipación. Esto significa que podríamos tener otro año con crecimiento en el ritmo de exportaciones de trigo, y que, quienes sepan que deben vender a cosecha, diciembre o enero, podrían buscar en estos días cubrir precios en torno a U$S 180-185/TN, ante un interés de la exportación por asegurar volumen. No poner precio a futuro, nos expone a bajas por presión de cosecha, como ocurrió este año.

Conclusiones: El USDA ofreció un panorama de oferta estable en el corto y mediano plazo, por los stocks 17/18 y superficie sembrada 18/19. La realidad local nos indica la importancia de tomar decisiones comerciales y cubrir precios en soja y trigo, sobre todo cuando la necesidad de liquidez apremia. Evitar mal vender granos con potencial alcista, como el maíz, y no postergar decisiones de cobertura o ventas en granos con potencial bajista, como la soja.

Las decisiones comerciales en trigo deben ser analizadas desde la necesidad o no de venta a cosecha.

Por Ing. Marianela De Emilio - Docente de Agroeducación
Fuente: Agroeducación