La genética Hampshire Down uruguaya sigue haciendo punta en Colombia. En 2017 salieron con destino a ese país 17 reproductores que están contribuyendo al desarrollo de la ovinocultura colombiana y este año se acaban de enviar 18 Hampshire Down, junto con 2 Ilhe de France y 4 Poll Dorset.

El embarque se realizó el pasado viernes, vía aérea y con destino a Bogotá, según confirmó a El País el presidente de la Sociedad Criadores de Hampshire Down, Juan García Helguera.

La reciente importación fue tramitada desde Colombia por Alfonso Jesús Rodríguez Camargo, propietario de la Cabaña “Gratamira”, ubicada en Ubate, condado de Cundinamarca, quien ha desarrollado una buena genética en su país, criando buena genética con ejemplares de alto nivel.

Las empresas Uruguayas que han intervenido en esta transacción fueron las Cabañas: “La Falda” de Juan García Helguera, y “El Esfuerzo” de Gabriel G. Pintos, ambas aportando dos ejemplares Hampshire Down. A su vez, las cabañas “La Fernandina” de Alfredo Rubio embarcó su genética Ilhe de France y Limitour S.A. con sus Poll Dorset.

Sin descartarse nuevos negocios con genética en pie, Uruguay trabaja la posibilidad de concretar transferencias embrionarias y la colocación de semen, para lo que se precisa el aval del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y el acuerdo de un protocolo sanitario entre Uruguay y Colombia.

La excelencia de la genética criada en Uruguay y el esfuerzo de los cabañeros por ser referentes en el mundo con sus sangres, se suman a las ventajas sanitarias de un país como Uruguay, libre de Scrapie y otras enfermedades que limitan el comercio de ovinos.

A su vez, las oportunidades comerciales que ofrece el mercado internacional para carne ovina, fortalecen la posición de Uruguay como proveedor de genética de elite y cada vez se van sumando nuevos interesados en incorporar ese legado que a las cabañas uruguayas les llevó años construir. Colombia está apostando fuerte a la producción de carne, tanto ovina como vacuna.