“Cuando le compramos Cabaña Pilagá a Marfrig sabíamos que estábamos adquiriendo parte de la historia de la ganadería argentina”, recordó Luis Magliano, vicepresidente de Capil S.A., a cinco años de aquel acontecimiento.

Por entonces, el desafío que se propusieron los socios cordobeses compradores, Agrolam (dedicada al desarrollo de negocios agrícolas, ganaderos e inmobiliarios) y el Grupo Empresario Oleos del Centro/Indacor (ganadería, agricultura y avicultura), fue apalancarse en la marca Pilagá y su sello de calidad edificado a lo largo de 151 años de historia, para explotar otros negocios a lo largo de la cadena cárnica y validar ese potencial genético.

“Nosotros éramos clientes de la cabaña, por lo que ya sabíamos el valor de esa genética”, contó Magliano a Clarín Rural. Multipremiada por sus ejemplares en Argentina y en el mundo (en marzo pasado “Matilda” una vaquillona Braford de la cabaña fue elegida “Miss Mundo” durante el Congreso Mundial de la raza en Houston, EE.UU.), actualmente sumaron novillos en recrías pastoriles (participan en la Cuota Hilton) y novillos gordos terminados en feedlot (están habilitados para Cuota 481).

Además de la hacienda propia trabajan con sistemas de capitalización de recrías tradicionales, para los que están dentro del sector, pero también han ideado un sistema de recrías pastoriles participativas para inversores extra sector. “Creo que somos los primeros que lanzamos un modelo de este tipo, no con la idea de tener un inversor financiero sino de mostrarle a la gente que se puede ser ganadero con pocos novillos o vacas”, explicó Magliano.

Esta evolución permitió que, dentro de la facturación, la cabaña haya reducido protagonismo, “no porque hayan caído las ventas, al contrario, sino porque crecieron los otros negocios”.

Actualmente Cabaña Pilagá está compuesta por un rodeo de 11.000 cabezas en una superficie de 12.000 hectáreas. Todo el rodeo de cría y la elite está en la histórica estancia Itá Caabó (las otras estancias son Rincón de Yeguas y San Martín –allí se preparan animales para las exposiciones-), en Mercedes, Corrientes. En tanto que la recría de machos y hembras, así como también un programa de Brangus negro y colorado, se hace en Campo Gallo, en la Estancia Las Palmitas, al noreste de Santiago del Estero.

El programa genético está basado en dos pilares fundamentales: un sólido y seleccionado plantel de madres y un programa de transferencia embrionaria (también hacen fertilización in vitro), conformado por un reducido y consistente plantel de donantes. A su vez, a través de la unidad de negocios “Genética Pilagá” reúnen los toros padres de elite.

El 55 ó 60% de los machos que nacen, quedan para toros haciendo una fuerte selección al destete. Así logran vender unos 1000 reproductores por año y también varias dosis de semen.

“El objetivo en la recría de cabaña es lograr vaquillonas que se entoren a los 18 meses y toros que serán comercializados a los dos años o dos años y medio con el desarrollo apropiado para trabajar en los campos duros del norte”, explicó Magliano.

Toda esta genética gestada en Corrientes se valida en Santiago del Estero, donde funciona un ambicioso proyecto de valor agregado para convertir granos y pasturas en carne.

Lo que se busca es producir la mayor cantidad de kilos a pasto sin descuidar los tiempos. De ahí el foco en la ganancia diaria en toda la etapa de recría. “La clave es medir todo, agregando previsibilidad para tomar decisiones cuantitativas saliendo de lo cualitativo que lleva a tomar decisiones desde la subjetividad”, apuntó Magliano.

En Capil confían en que el NOA tiene potencial para convertirse en un polo de terminación de novillos para faena lo que permitiría dejar de ser deficitario en la oferta de carne para la población local generando, incluso, excedentes de calidad.

Desde hace varios años basan la estrategia nutricional en las reservas forrajeras y la suplementación estratégica. El 90% de la superficie está cubierta por gatton panic que se pica y ensila en el momento de mayor volumen para asegurar disponibilidad de fibra efectiva en años secos (no se busca calidad sino cantidad). La premisa es tener siempre un año de silo guardado.

En la superficie restante se realiza agricultura de apoyo a la ganadería (maíz y sorgo principalmente) que permite potenciar tanto la producción de cabaña como la recría y terminación de hacienda general en el feedlot con capacidad instantánea para 2.000 cabezas.

"Hace 4 años incorporamos en la suplementación la burlanda seca y desde hace muy poquito con burlanda húmeda que sale de la destilería que tenemos en uno de nuestros campos en Santiago del Estero ", contó Magliano. Este subproducto de la destilería del maíz es valorado por su aporte de proteína bruta y energía, además de su excelente palatabilidad.

Entonces, después de la recría a pasto se hace una terminación a corral de 60 a 80 días. Este modelo permite lograr una producción de carne solo en la recría de más de 400 kg/ha/año, con ganancias mínimas promedio de 600 gramos por día. Además, los novillos faenados no superan los 18/20 meses de edad (según su destino sea consumo interno o exportación).

El feedlot de Capil es el primero en la provincia (Santiago del Estero) habilitado para la producción de novillos para Cuota 481. "Es un gran desafío porque estamos lejos del puerto, pero por ahora hemos tenido rendimientos excepcionales", apuntó Magliano.

El resto de la comercialización es para cuota Hilton y al mercado interno. Así, actualmente Capil recría y termina en el NOA unas 20.000 cabezas anuales, agregando valor a las más de 30.000 toneladas de maíz producido en la región.

El desafío que viene para Capil es llegar con marca propia a las góndolas. En cuanto al futuro de la ganadería argentina, Magliano sindica dos desafíos centrales: "Por un lado, creo que la ganadería tiene que dejar de ser un negocio de tenencia para ser un negocio de producción, aunque esto vaya en contra de la propia historia de la ganadería argentina, y por otro, el desafío es funcionar como cadena, otra cosa difícil porque históricamente cuando al frigorífico le iba bien al ganadero le iba mal y viceversa".

"En este camino que está empezando a desandar la ganadería argentina, los ganaderos tenemos que lograr un cambio de paradigma que permita destrabar 40 años en los que ha cambiado poco", opinó Magliano. Y concluyó: "Tenemos el hándicap de estar en un sector rentable".

Marketing, polo y alimentos en Dubai

Pilagá es una marca conocida dentro del sector ganadero. Sin embargo, no ocurre lo mismo fuera del mismo. Por eso, en el afán de darse a conocer, en 2017 Capil se asoció con el Emirato de Abu Dhabi para ser sponsor del equipo de polo La Albertina.

“Fue una forma de hacernos visibles, y lo hicimos con un equipo nuevo, joven, con valores similares a los nuestros en un deporte en donde los petiseros son tan importantes como los jugadores, al igual en el cabañero y los que están todos los días cuidando los animales”, relacionó Luis Magliano.

Además, vieron la posibilidad de hacer negocios en los países árabes y en 2018 ya viajaron a la Gulfood de Dubai, la feria de alimentación más importante de medio oriente (este año participaron 5.000 empresas e instituciones de 185 países y fue visitada por casi 100.000 personas).