El circuito corto de comercialización (CCC) es un sistema de venta de la producción que permite incluir a productores de pequeña escala. Se basa en la venta directa, en forma individual o asociada, de productos que surgen del trabajo con mano de obra familiar en su mayoría. Las formas usuales son la entrega a domicilio, la venta en el propio predio productivo, la oferta callejera ambulante o en puestos informales, generalmente a la vera de rutas o calles muy transitadas. Otro medio son las ferias locales, que pueden funcionar como complemento de las otras alternativas, de manera organizada, fiscalizada internamente, buscando el precio justo y llegando al consumidor de la forma más rápida y eficiente y con la mejor calidad de la mercadería.

El término corto está referido a la distancia relativamente cercana entre los lugares de producción y venta, aunque se recurre a la participación de productos de zonas más alejadas con similares características productivas para enriquecer el sistema. Aquí aparece otro importante aporte que es el intercambio entre productores, ofreciendo productos que no se logran producir en la zona o que estacionalmente escasean. En este sentido, el trueque entre los propios participantes es algo prácticamente naturalizado y se lleva a cabo en forma asidua y rutinaria.

Por esto, los CCC están ligados a procesos de cambio en conductas y patrones de producción y consumo, conectados a su vez con la salud de las personas y el ambiente en general. La intermediación es nula o escasa, existiendo un contacto directo entre productor y consumidor y generando una corriente de confianza mutua.

Con este propósito nació la Feria Agroecológica Familiar de Alto Verde, en el marco del Proyecto Especial de Pro Huerta "Apoyo a la comercialización directa de hortalizas, frutas y huevos, originados en producción con base agroecológica, mediante la implementación de una feria de productores familiares", con financiamiento del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y asistencia técnica de la Agencia de Extensión Rural Aguilares del INTA.

Como antecedente, los participantes comenzaron con el sistema de venta directa con entrega a domicilio de un pack de hortalizas, que ellos se encargaban de acondicionar y entregar. También, tuvieron la experiencia de participar en la Feria de Huerteros de San Miguel de Tucumán. Otra de las actividades fue la venta ambulante, a la vera de rutas y en el predio, que aún continúan desarrollando pero con menos intensidad por la asistencia a la Feria.

En el 2017, una vez aprobado el proyecto y después de recibir el equipamiento solicitado, los participantes acordaron realizar la feria todos los días sábados por la mañana, de 8 a 13 hs., en el predio de la Cooperativa Don Pepe, Ruta Provincial 338, km 735. Así llegó la primera edición el 30 de septiembre, con 16 puestos que involucran a 40 familias participantes.

Los productos que se ofrecen son hortalizas de estación y frutas como cítricos, palta, papaya, maracuyá, ciruelo, duraznero y granada. Característico de la zona, se comercializa la miel de caña y los subproductos como alfeñiques y tabletas, como así también la propia caña hortícola para chupar directamente el jugo. Dentro de los productos con valor agregado, se ofrecen conservas dulces y saladas, repostería artesanal, empanadas tucumanas elaboradas en horno de barro, artesanías y manualidades. Otro rubro destacado son las plantas ornamentales, frutales y de arbolado urbano, ofrecidas por huerteros viveristas. Un producto apreciado es la miel pura de abejas.

"La Feria nos motiva para continuar con el emprendimiento de vivero ornamental, ya que amplía nuestra clientela, nos da la posibilidad de intercambiar plantas y el ambiente en que se desarrolla es muy agradable. Por suerte tengo el apoyo incondicional de mi padre, que es productor de hortalizas, que vende en su puesto", expresa la productora Sara Carrizo.

Por su parte, Juan Carlos Herrera comparte que su toda su familia está compenetrada con la Feria porque le brinda un ingreso importantísimo, posibilitando la venta de plantas ornamentales, frutales y forestales. "Junto a mi esposa trabajamos codo a codo para salir adelante con el vivero familiar. Mis hijas elaboran panificados artesanales que tienen buena aceptación. Asimismo, la producción de huevos caseros de mi cuñado y las hortalizas de otros parientes son ofrecidas en este espacio. Por eso queremos agradecer al INTA y al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación por la oportunidad de ser parte activa del proyecto que lo impulsa".

Luis Bernio, reconocido como un gran vendedor de hortalizas, frutas y huevos, concurre con su hija Rocío, que produce plantas ornamentales. "Yo represento a un grupo de productores. Los días previos a la Feria, en especial los viernes, realizamos la cosecha y acondicionamiento de la producción. Ya tenemos una clientela a la que entregamos un pack a domicilio. Muchos de ellos son asiduos visitantes de este espacio".

Eduardo López, integrante de la Cooperativa Don Pepe y productor referente de frutillas, sostiene que "esta iniciativa es una gran oportunidad para mejorar los ingresos al posibilitar la venta directa, beneficiándose el productor y el consumidor".

En un balance del proceso transcurrido y los logros alcanzados, el Ing. Carlos Santillán del INTA destaca que "la Feria Agroecológica Familiar de Alto Verde se constituye como la primera experiencia de circuitos cortos de comercialización en Tucumán, en un espacio que logra ofrecer productos agroecológicos que cumplen con las normativas de Buenas Prácticas Agrícolas y Buenas Prácticas de Manufactura (mediante capacitaciones organizadas con el Municipio de Aguilares y el INTA y según el Manual de Gestión de la Calidad de la Feria de los Huerteros de Tucumán), transformando la relación productor-consumidor final y aportando a la sostenibilidad socio-económica y ambiental del sistema. De este modo, se convierte en una experiencia modelo que ya comenzó a replicarse en otros territorios de la provincia, fomentando el consumo de productos saludables y el arraigo local de los productores y buscando mejorar la calidad de vida de las familias involucradas".

El técnico señala que, con el desarrollo del Proyecto Especial de PH, se fue creando un grupo participativo en la toma de decisiones, que cuenta con un reglamento con pautas de convivencia, normas de higiene y seguridad, buenas prácticas en la producción y manipulación de alimentos, medidas para la presentación de los productos, reglas para el trato del cliente, entre otros aspectos. También, resalta el relacionamiento y articulación institucional que logró el grupo, que hoy cuenta con la colaboración de la Comuna de Alto Verde, la Cooperativa Agropecuaria Don Pepe, la Fundación Forestar y la Oficina de RRHH del Municipio de Concepción; además, en la feria participan empresas privadas que difunden productos como bioinsumos, equipos, maquinarias y artículos compatibles con la propuesta agroecológica (Silus Plus, Ecomambo y PROINSUMOS).

En cuanto a proyecciones futuras, el grupo prevé mejorar la producción de hortalizas a través de la incorporación de tecnologías vinculadas a la protección de cultivos ante temperaturas extremas y eficacia en el riego y uso de bioinsumos. Por ello, gestiona apoyo financiero a través de organismos gubernamentales, incluyendo préstamos del Banco Nación con un régimen al que pueden acceder.