CONDICIONES AGROCLIMATICAS

Las lluvias acumuladas por más de 20 días seguidos, entre la 2da quincena de Abril y la 1ra de mayo (entre 150 y 200 milímetros), recargaron de reservas de humedad los perfiles en los suelos del Oeste, y gran parte de la pampa húmeda. De esta manera, mejoraron mucho las condiciones para la siembra de los cereales de invierno y para la base forrajera de los tambos. Pero en muchos lugares se complicó la transitabilidad de los caminos de acceso y los callejones internos por los que diariamente transitan las vacas lecheras. El Océano Pacífico ecuatorial presenta hoy condiciones neutras y el Atlántico permanece más cálido que lo normal. Así el Servicio Meteorológico Nacional proyecta como probable para el trimestre que va de Mayo a Julio: precipitaciones normales, y temperaturas normales/superiores a lo normal para la época.

PRODUCCIÓN Y PERSPECTIVAS

La producción acumulada del primer cuatrimestre, a nivel nacional, se ubica 9,11% por encima de la del 2017. Es información fidedigna que suministra el nuevo registro estadístico de la DNL-MINAGRI. Aunque caben aclarar dos cosas:

1. La comparación es con un período complicado por el clima, y 2. Esto no proyecta “per se” una visión optimista hacia adelante, ya que la reciente devaluación, cimbronazo cambiario y alteración de los precios relativos, ha agravado en extremo la situación de los tambos, que con los precios de hoy, no pueden sostener su nivel de producción, y en casos, tampoco mantenerse en la actividad. Si bien se está manejando un buen volumen de pasto, de limitada calidad; hay problemas de piso en muchos lugares, menos reservas en cantidad y calidad, disconfort animal por los días continuos de lluvia y costos desmesurados para los ingresos actuales. En muchos rubros. Sobre todo en los granos y concentrados. Que hacen imposible sostener el suministro adecuado.

EL ESCENARIO COMERCIAL

Abril: El precio de los sólidos útiles sube la mitad que el del litro de leche. Como suele pasar en esta época del año, ha subido más el precio en $/litro que en $/sólidos útiles. En un mercado que dice querer orientar el pago de la leche a partir de los sólidos útiles + la calidad - el flete, pero sigue “cotizando” en $/litro. Y cuando mejora el % de los sólidos, pasan estas cosas. El incremento alcanzado este mes en la Cuenca Oeste, ronda el 3,0% en $/litro, y se reduce a 1,5% en $/KSU. En la comparación interanual (a moneda corriente) quedamos alrededor de 18,5% sobre 2017. Y la expresión en dólares de los precios, arroja u$s 0,29/litro, y 4,15/KSU ($20,70/u$s Márgenes Agropecuarios).

Mayo: Se requieren respuestas acordes para una producción exhausta. Malas jugadas del clima en los últimos tiempos, que derivaron en una suba importante en el precio de los granos y subproductos, y se sumaron a tensiones macroeconómicas de nivel global y sus consecuencias para nuestra vulnerable economía en transición, determinaron una nueva “tormenta perfecta” para los tambos, que ya venían mal y están otra vez agotados frente a las recurrentes crisis que los tienen como principales perjudicados. Con costos de producción claramente por encima de los precios que perciben. Hace ya bastante tiempo que nuestra cadena lechera destruye más valor del que construye. Su valor neto creado es negativo. Pierde plata. Y además: la pierden fundamentalmente los productores. De acuerdo al monitoreo que realiza y publica el OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea Argentina), entre Diciembre de 2015 y Marzo 2018, la cadena perdió $16.383 millones, de los cuales $32 millones los perdió la industria, y $16.351 millones los perdieron los tamberos. ¿No llama esto la atención de todo el mundo, adentro y afuera de la cadena? ¿Alguien piensa en que podemos seguir así, alcanzar una competitividad acorde a los mercados actuales y desarrollarnos?.

Como se dijo en el 3er. Outlook Lechero Argentino: “cuando los factores que generan crisis son recurrentes y de diversos orígenes, el problema que se enfrenta es estructural”, antes que coyuntural. Hay muchas cosas que desde nuestra cadena no podemos evitar que pasen, pero sí podríamos atenuar sus malos afectos y la forma en que se descargan sobre los distintos actores. No podemos seguir eludiendo esto. Es en este contexto en el que se da nuestra situación actual. Donde los mejores precios pueden tardar un tiempo en llegar (con una inflación que tardará un poco más en bajar, y exportaciones ventajosas). Pero la industria debe saber que muchos no tienen ya ese tiempo de espera. El gobierno, que puede ser creativo para financiar (vía industria) un adelantamiento de las subas de precio. Y los productores, que hay que seguir redoblando los esfuerzos tranqueras adentro, prestar más atención a la comercialización, y no postergar más la conformación de la organización específica, única y representativa, que necesitan y no tienen.