Cuando gran parte de los productores, fábricas, exportadores, transportistas, etcétera, habían asumido la pérdida de 16 millones de toneladas de soja con respecto a las expectativas al inicio de la campaña, apareció una nueva mala.

La soja, que sobrevivió a la extrema sequía, estaba lista para ser cosechada, pero llegaron las lluvias, abundantes y fuertes en varias zonas, en tanto que más suaves pero interminables en otras.

Los perjuicios por la caída de la calidad se verán en varios eslabones de la cadena:

Productor. El que logró cosechar y tiene calidad muy mala, despareja, húmeda puede tener dificultades para que sus compradores habituales en la zona le reciban la soja.

En los casos que decida enviar a puerto/fábrica, debería tener la certeza de la recepción y la descarga. En esta situación se vuelve indispensable contar con un buen entregador que nos pase la información precisa de en dónde, cómo y con qué descuentos reciben nuestra calidad.

Los casos más relevantes en cuanto a los problemas de calidad, que circulan desde hace dos semanas, tienen que ver con granos verdes, y granos dañados en su gran mayoría.

Tan es así que la mayoría de las fábricas han ampliado las tolerancias de recibo por encima de las normas de comercialización. Y se han definido descuentos para esas nuevas tolerancias.

Acá entran otros jugadores muy importantes en la cadena de comercialización de granos, las cámaras arbitrales, para que justamente cumplan su función de árbitros ante diferencias entre vendedores y compradores.

Finalmente, si el productor puede entregar la mercadería, recibirá descuentos en el precio de acuerdo a la calidad de la soja.

Acopios zonales-fábricas medianas y pequeñas del interior del país. En caso de no tener capacidad de secar en grandes volúmenes y cortos tiempos, o de almacenar por calidad de recibo y/o posibilidad de mezclar, tienen que incurrir en mayores complicaciones logísticas, enviar a terceros o directamente perder lotes con los que contaban originalmente.

Grandes fábricas. Con complicaciones logísticas, tendrán más posibilidades que los más chicos para tratar de conseguir mercadería que permita lograr un buen producto final que sea aceptado por los compradores internacionales.

De todas maneras, es un problema a seguir de cerca. ¿Hasta dónde se puede mantener la calidad requerida por los compradores internacionales con la soja cosechada hasta ahora?

Tanto para las fábricas grandes como para las chicas, la presencia de granos verdes y dañados afecta y encarece todo el proceso desde la recepción, clasificación, almacenamiento, extracción de aceite y calidad del producto final.

En lo que refiere al producto final, puede variar en contenido de proteína en harinas o en coloración verdosa en el aceite y en la acidez del último.

Semilla para la siembra 2018/2019. Los problemas mencionados pueden afectar también la calidad final de la semilla, bajando la capacidad para germinar y desarrollarse. Es un tema muy importante a seguir de cerca.

La autora es especialista en mercados de granos

Por: Paulina Lescano