Comparando con el nivel de producción, a la fecha se lleva comercializado el 45% del volumen estimado de producción contra el 35% de la campaña previa. De la cosecha vieja, quedarían 6,2 millones de toneladas por vender por un valor de USD 2.700 millones.

La campaña estival 2017/18 estuvo marcada por una de las sequías mas severas que ha afectado a las principales zonas agrícolas del país, repercutiendo en pérdida de área y menores rendimientos. Por otra parte, se produjeron importantes precipitaciones al momento de la cosecha generando complicaciones logísticas y afectando la calidad del grano. De esta manera, la producción de soja en Argentina alcanzaría un volumen de producción de 37,6 millones de toneladas, cayendo un 32% respecto al ciclo pasado y alcanzando el valor más bajo de las últimas nueve campañas. En la provincia de Córdoba, de acuerdo con datos del

Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la producción se encuentra estimada en 7,9 millones de toneladas, retrocediendo 5,3 millones de toneladas respecto al ciclo previo y convirtiéndose en el nivel más bajo de los últimos seis años.

Más allá de la mala performance productiva, las compras de la industria y los embarques del sector exportador de la cosecha 2017/18 avanzan a buen ritmo con 17 millones de toneladas comercializadas, un millón menos que la campaña previa. Si se analizan las compras de soja respecto al volumen de producción, las mismas alcanzan el 45% de las 37,6 millones de toneladas de soja que se estiman sean recolectas al final del ciclo. Este porcentaje es superior al registrado el año anterior a igual fecha, donde las compras eran del 35% del volumen de producción.

De la campaña 2016/17 quedarían 6,2 millones de toneladas de soja por un valor de USD 2570 millones. De la nueva campaña, que ya se ha comenzado a cosechar, restan comercializar cerca de 21 millones de toneladas (55% de la producción), cuya evolución habrá que seguir en los próximos meses. Una de las variables a seguir con atención será la calidad comercial del grano, debido a que, por los excesos hídricos durante el período final de desarrollo del cultivo y la cosecha, se están reportando lotes con serios problemas de granos brotados y podridos, lo cual podría incidir en el precio que el productor reciba por su mercadería.

Es importante destacar que no se observa una demora significativa en la venta por parte de los productores, por el contrario, se encuentra dentro de los niveles normales aún con una producción sensiblemente menor al promedio. Sin embargo, luego de haber cumplido con sus necesidades financieras, sería lógico que las ventas por parte de los productores se demoren con el afán de capturar mejores precios que compensen en parte el fracaso productivo.

Fuente: Bolsa de Cereales de Córdoba