El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Ministerio de la Producción de la Provincia de Chaco recomiendan a los productores algodoneros que destruyan los rastrojos de algodón inmediatamente después de cosechar, ya que las condiciones de temperatura y humedad favorecen el rebrote del cultivo.

“Las copiosas lluvias registradas atrasaron la cosecha de algodón en algunos sectores de la provincia, por lo que sería importante destruir los rastrojos a medida que se vaya cosechando para evitar un rebrote del cultivo favorecido por las altas temperaturas (atípicas en esta época del año) y las condiciones de humedad”, señaló la coordinadora de Protección Vegetal de la Regional Chaco-Formosa del Senasa, Natalia Vaca.

El 15 de junio es la fecha límite de destrucción de rastrojos para la provincia de Chaco, establecida mediante la Resolución Senasa N° 74/2010 y su modificatoria, la Disposición de la Dirección Nacional de Protección Vegetal N° 5/2013.

Es importante respetar el período que permite tener los campos libres de algodón al menos durante 100 días, lo que técnicamente se conoce como vacío sanitario y se constituye como uno de los métodos culturales más eficientes para el control de la plaga. Si se respetan las fechas de siembra y destrucción de rastrojos, y se cumple con el vacío sanitario, los resultados se verán tanto en el mejor rendimiento del textil como en la eficacia de la lucha contra la plaga.

La destrucción de restos de algodón es indispensable para controlar al picudo y a otras plagas como la Helicoverpa armígera y la broca, porque de esta manera se les quita a los insectos las bochas y flores con que se alimentan y sobreviven hasta la próxima campaña algodonera.

La destrucción de la planta puede ser mecánica o química; en ambos casos el productor debe controlar que la planta muera y de esta forma evitar su rebrote.

Después del 15 de junio, los agentes del Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa visitarán los establecimientos productivos algodoneros para corroborar la correcta destrucción de rastrojos en tiempo y forma pudiendo generar infracciones ante el incumplimiento.

Por otra parte, se recomienda a los propietarios de campos que en el contrato de alquiler no olviden incluir una cláusula donde el inquilino se comprometa a destruir los rastrojos del algodón en el plazo establecido por el Organismo sanitario.