Frente a este escenario de incertidumbre quien posee mercadería tiende a retenerla actuando como refugio de valor en dólares.

Por otro lado, veníamos de varios días continuados de lluvias y humedad que impidieron avanzar con la recolección: hasta ahora se lleva cosechado el 67% de soja y el 33% del maíz. Estas condiciones también paralizaron las descargas en los puertos dando sostén a los precios disponibles ante la escasez de mercadería.

Además, el clima fue perjudicial para los cultivos en pie y seguramente se vea afectada la calidad de lo que aún resta por levantar. Por el momento es difícil cuantificar las pérdidas y se mantienen las estimaciones en 37/38 millones para la soja y 32 millones para el maíz.
Por el contrario, las lluvias fueron favorables para el trigo y hay mayor optimismo de cara a las siembras: ya se habla de más de 6 millones de hectáreas.

En el plano internacional, el jueves se publicó el reporte mensual del USDA. No hubo novedades para Argentina pero sí para Brasil, ya que se ajustó a la baja la cifra de producción de maíz. En nuestro país vecino, el clima no está acompañando el desarrollo de la safrinha y esto hay que tenerlo en cuenta como potencial sostén para nuestros precios.

Recordemos que el cereal ya tiene factores propios que le dan firmeza, por la menor oferta disponible, que se traslada a los precios. La posición diciembre tiene una tasa implícita del 10% en dólares, que invita a diferir la venta de mercadería. Por ello es conveniente buscar alternativas que permitan entregar mercadería a fijar.

Del resto del reporte del USDA, podemos destacar el efecto positivo que tuvo sobre los precios externos la estimación de stocks de soja inferiores a los esperados para el ciclo 2018/19, por un sorpresivo aumento en la demanda de exportación y de crushing. Es llamativa la corrección en las exportaciones dada la situación actual entre China y Estados Unidos.

La soja local, al igual que el maíz, también muestra en su tira de precios futuros que es atractivo diferir la venta de mercadería. La tasa implícita es del 16% en dólares. Sin embargo, seguimos viendo conveniente poner pisos a las ventas por medio de coberturas con Put en el mercado local. De esta manera, se aprovechan las futuras subas pero nos quedamos tranquilos en caso de que la cosecha en Estados Unidos se desarrolle sin inconvenientes y una baja de precios se traslade a los valores internos. Por el lado de las siembras en este país, el retraso que se venía observando se disipó casi por completo: hasta el domingo pasado se había cubierto el 15% de la superficie versus el 13% promedio.

Por el lado del trigo local, hay más peso por el lado de los fundamentals bajistas ya que con el buen clima que se perfila es cada vez más factible que se materialicen las intenciones de siembra antes mencionadas. Además, la firmeza que venía por la falta de oferta se contradice con compras de la exportación que superan ampliamente al registro del año pasado a esta fecha y el precio de paridad es menor al valor actual. Frente a este escenario, y aprovechando que los niveles de u$s 190 son atractivos en términos de márgenes, sugerimos realizar coberturas de precios por el 20% de la producción estimada, a través de herramientas que no obliguen a comprometer mercadería: Venta de Futuros o Compra de Puts. Una alternativa es financiar el Put con la venta de Calls para lograr pisos más altos, aunque poniendo un límite a las subas.

Por DANIELA REALE – Analista de Mercados BDL S.A
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria