Ingresaron al edificio de la avenida Pennsylvania pasado el mediodía, en una camioneta de la embajada que fue directo a la cochera, esquivando a los periodistas que esperaban novedades. Salieron bien caída la tarde en Washington, cuando al lugar llegaba un delivery de pizzas para la cena de los demorados. Las negociaciones fueron intensas, pero “cordiales”: los funcionarios argentinos que se reunieron ayer con las autoridades del Fondo Monetario Internacional anunciaron que solicitaron al organismo un acuerdo “Stand by” de “alto acceso” para paliar la crisis en nuestro país que llevó al dólar a un pico histórico.

Según comunicó el equipo argentino piloteado por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, la Argentina pidió este tipo de acuerdo financiero, de entre los varios que ofrece el organismo, y aclaró que “los equipos técnicos están en este momento intercambiando información”. Señalaron que este proceso dura “típicamente cerca de 6 semanas”. Según contaron a Clarín fuentes de la delegación argentina y el FMI, las reuniones transcurrieron en un “clima cordial”.

No se reveló el monto del préstamo, pero se estima que rondará los 30.000 millones de dólares, una cifra que el Gobierno cree suficiente para tranquilizar a los mercados. En un contexto de volatilidad, el dólar alcanzó ayer los $23,13, un valor con el que quebró el récord de $22,9 que había alcanzado el 3 de mayo.

El Stand by es uno de los préstamos más tradicionales que ofrece el Fondo y es el que más ha sido solicitado por la Argentina en su historia. El más reciente de ese tipo fue otorgado al ex presidente Eduardo Duhalde, aunque su último tramo fue desembolsado durante la presidencia de Néstor Kirchner en 2003, dos años antes de que decidiera cancelar la totalidad de la deuda con el organismo.

Si bien los funcionarios no revelaron detalles de las negociaciones, la modalidad de “alto acceso” está enmarcada dentro de un acuerdo de los llamados “precautorios”, es decir que el dinero podría no ser entregado directamente sino estar disponible para que la Argentina lo use cuando lo considere necesario. Generalmente vienen aparejados de ciertas condiciones, que pueden ser más o menos flexibles. Algunas de ellas podrían estar ligadas a la reducción del gasto y déficit fiscal, que es una preocupación que marcó el Fondo en la ultima reunión aquí en Washington.

Dujovne arribó ayer por la mañana a Washington y tuvo su primera reunión de la tarde con Alejandro Werner, el director para el Hemisferio Occidental del organismo; el subdirector del área, Nigel Chalk, y Roberto Cardarelli, jefe de la misión en Argentina del FMI. El ministro argentino fue acompañado por el secretario de Política Económica, Sebastián Galiani; el jefe de Gabinete del ministerio, Ariel Sigal, y el jefe de asesores Guido Sandleris.

Más tarde Dujovne se reunió con David Lipton, en número dos del FMI, en un cara a cara preparatorio para el encuentro que mantendrá este jueves por la tarde con Christine Lagarde, la Directora gerente del organismo, que llegó ayer desde Europa.

Las reuniones de ayer transcurrieron en un clima “cordial” porque los funcionarios se conocen bien. Dujovne y su equipo estuvieron a mediados de abril en esta ciudad para la Asamblea de Primavera del organismo y del Banco Mundial. La propia Lagarde tuvo un gesto entonces al visitar por un rato la embajada argentina y sacarse fotos con el embajador Fernando Oris de Roa, Dujovne y el ministro de Finanzas, Luis Caputo. Lagarde también estuvo en Buenos Aires en marzo y el ministro de Hacienda la invitó a comer a su casa.

Dujovne sigue hoy con la actividad en Washington. Por la mañana se reunirá con David Malpass, subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro, quien ayer había manifestado públicamente su respaldo a las reformas del presidente Mauricio Macri, en una conferencia del Departamento de Estado y el Council of the Americas. Se estima que Dujovne buscará un apoyo formal del Gobierno de Donald Trump para este acuerdo. A la tarde, verá a Lagarde.

Cuando en Washington caía la noche, pasadas las 7 de la tarde, los funcionarios argentinos abandonaron el edificio, con sus mochilas al hombro, sin hacer declaraciones.

Qué es un acuerdo stand-by y cuantos firmó la Argentina

Desde su creación en junio de 1952, el acuerdo de derecho de giro (Acuerdo Stand-By) del FMI ha sido utilizado una y otra vez por los países miembros, y constituye el instrumento crediticio típico empleado por el FMI para otorgar préstamos a los países de mercados emergentes y avanzados. Los acuerdos stand-by fueron mejorados en 2009, al igual que el conjunto más completo de herramientas del FMI, para darles más flexibilidad y capacidad de respuesta. La modalidad de ‘alto acceso’ arrancó más acá en el tiempo. Argentina firmó 18 acuerdos de este tipo desde 1958 hasta 2003.