FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) publicó los resultados del “Indicador de precios” para carne bovina, leche, queso cremoso y pan.

En la cadena de la leche, el tambo marcó un rojo alarma, ya que el precio que se le pagó al productor no alcanzó para cubrir los costos. El tambero recibió $5,76 por litro y tuvo más de $6,49 de costos e impuestos por lo que perdió más de 0,73 centavos por litro.

Según Natalia Ariño, una de las investigadoras de FADA que elabora el estudio, “ocurrió que la sequía provocó aumentos en los costos de alimentación de los vacunos, ya que el precio del maíz y la soja se incrementó, en promedio, un 40% con respecto a agosto de 2017”. Los costos de alimentación representaron un 10,6% sobre el precio que pagaron los consumidores.

La situación de la actividad tambera empeoró, ya que a mediados del año pasado perdía $0,02 por litro de leche y este año pasó a perder $0,73. Con significativas dificultades, no se alcanza cubrir los costos operativos de la actividad, es decir, que el eslabón primario de la cadena tiene pérdidas incluso antes de descontar amortizaciones e impuestos. Bajo la actual estructura de costos, el productor tambero debiera percibir, en promedio, $6,50 por litro de leche vendido para cubrir la totalidad de los costos.

Una medida importante del sector fue la baja del 6% al 1% en la retención del IVA al productor tambero, llevando alivio financiero a quienes liquidaban el impuesto anualmente.

¿Y en la góndola? El precio de la leche al consumidor se multiplicó casi 4 veces (3,65) desde que la leche sale del campo hasta que se vende al público. Del precio final que paga el consumidor, el 79% son costos, el 24,8% son impuestos y el -3,8% de pérdida.

Cuando se analiza el total de la cadena, las pérdidas del tambero no son neutralizadas por los otros eslabones. La industria láctea que casi no se movió en ganancia y el comercio también sigue perdiendo, producto de la característica del negocio, que es considerar al sachet de leche como producto de atracción y la ganancia que percibe surge de los derivados de la leche.

“Incluso la seca hasta llegó al queso cremoso, que es un producto que suele salir ganando cuando se analiza su formación de precio. En esta oportunidad lo que afectó al eslabón primario, el tambo, tampoco pudo ser amortiguado por el resto de la cadena de valor, específicamente, cuando se analiza en conjunto los costos, impuestos y ganancias “destaca Ariño.

La sequía también generó un rojo en la cadena de la carne. El feedlot perdió $1.21 por kilo de animal en pie, también por el aumento en los granos que conforman las raciones diarias de los animales. En el mostrador, el precio de la carne se multiplicó casi 3 veces más (2,7) desde el ternero hasta el precio que paga el consumidor.

Del precio promedio de la carne de $127,38 por kilogramo, el ternero forma el 38% del precio final ($48,47), el feedlot el 19,4% ($23,34), el frigorífico el 9,7% ($12,36), la carnicería el 14,5% ($18,47) y los impuestos el 19,4% ($24,75).

En cuanto al pan, el precio se multiplicó 8,9 veces desde que el trigo sale del campo hasta que se convierte en pan, esta relación en agosto de 2017 era de 10,5. En relación a los costos en la cadena del trigo-pan, una de las cuestiones que se advierten es que los fletes aumentaron un 33%, comparando con un año atrás.
David Miazzo, Economista Jefe de FADA explica que “El Indicador de precios” de FADA es seguimiento de tres cadenas: carne, pan, leche y queso cremoso. Rastrea cómo se conforman los precios a medida que pasan por los distintos eslabones, en el recorrido que va desde el campo hasta llegar al consumidor. El estudio tiene por objetivo macro contribuir a la transparencia y a reducir la desinformación, para obtener la mejor foto posible de por qué los alimentos valen lo que valen, y así poder identificar dónde pueden estar los principales problemas de cada cadena.
Se actualiza cada seis meses y es útil tanto para productores, industria, comercio, consumidores, funcionarios, etc.

El informe se publica con un rezago de dos meses por el tiempo que se requiere para recabar la información de las distintas fuentes. Para poder construir estos datos, FADA cuenta con la colaboración de productores de trigo, ganaderos y tamberos, así como feedlots, frigoríficos, industrias lácteas y molinos harineros, y supermercados, carnicerías y panaderías. Además de estas fuentes primarias, se hace uso de informes y estadísticas publicadas por INDEC, IPCVA, CNV, Revista Márgenes Agropecuarios, Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne, Cámara Argentina de Feedlot, Precios Claros, Rosgan, Asociación de Supermercados Unidos y Subsecretaría de Lechería del Ministerio de Agroindustria.

Leche

• La leche tuvo un precio promedio de $21,01 por litro, de ese precio el tambo representa el 26,5% del precio final ($5,56), la industria el 32,1% ($6,76), el comercio el 16,6% ($3,49) y los impuestos el 24,8% ($5,21).
• El precio se multiplicó por 3,65 desde que la leche sale del campo hasta que se vende al público.
• La cadena de la leche presenta un resultado negativo de -0,81 $/litro. El tambo y supermercado siguen con pérdidas, 0,73 $/litro y 0,16 $/litro, respectivamente. La situación de la actividad tambera empeoró pasando de una perdida de $0,02 en agosto de 2017 a $0,73.
• El principal costo que aumentó fue el de alimentación tras el efecto sequía que hizo incrementar los costos en un promedio de 41% respecto agosto 2017. Los costos de alimentación representan un 30,7% sobre los costos totales del tambo y un 10,6% sobre el precio que pagan los consumidores tras el aumento de los granos.
• El 8,9% del precio de la leche que paga el consumidor son fletes. Y el costo laboral acumulado en la cadena representa el 23%.
• Del precio final pagado por el consumidor, el 79% son costos, el 24,8% impuestos y el -3,8% de pérdida.
• El productor tambero debe vender 3,65 litros de leche para comprar un sachet en el supermercado.

Queso

• El queso cremoso tuvo un precio de $146,8 por kilogramo, de ese precio el tambo explica el 29,1% del precio final ($42,79), la industria el 16,4% ($24,66), el comercio el 26,6% ($36,68) y los impuestos el 30,04% ($42,68).
• El precio del queso se multiplica por 3,31 desde que sale del campo, se transforma en queso, se comercializa y llega a manos del público.
• La cadena del queso presenta un resultado negativo de $ 0,78 por kilo de queso cremoso. Como en el caso de la leche, el tambero sigue perdiendo, pero los otros dos eslabones ganan. Por el fuerte incremento de los costos para la alimentación, se arrastra a lo largo de la cadena el fuerte resultado negativo del eslabón primario.
• Del precio al consumidor final, el 71,5% son costos, 29,1% impuestos y -0,5% ganancias.

Carne

• La carne tuvo un precio promedio de $127,38 por kilogramo, de ese precio el ternero explica el 38% del precio final ($48,47), el feedlot el 19,4% ($23,34), el frigorífico el 9,7% ($12,36), la carnicería el 14,5% ($18,47) y los impuestos el 19,4% ($24,75).
• El precio se multiplica por 2,62 desde el ternero hasta la venta de la carne al mostrador.
• Los costos laborales son superiores en la carnicería (10,4%) mientras el costo de transporte representa en promedio el 1% de los costos totales ($0,76/kg. para animales en pie y $1,25/kg. para flete refrigerado).
• Del precio final de la carne, el 79,8% son costos de la cadena, 19,4% impuestos y 0,7% ganancias.

Pan

• El pan tuvo un precio de $38,41 por kilogramo, de ese precio el trigo es 9,3% del precio final ($3,58) y el molino el 3,3% ($1,27), la panadería explica el 64,6% ($24,80) y los impuestos el 22,9% ($8,76).
• Los fletes de toda la cadena representan el 2,62% del precio al consumidor y la mano de obra el 48,5%. Si se analiza por eslabón, el flete del trigo representa el 12,6% del precio del trigo y el de la harina el 7,6% del precio de la harina.
• Del precio final pagado por el consumidor, el 66% son costos, el 22,8% impuestos y el 11,2% ganancias.
• El precio se multiplica por 8,93 desde que el trigo sale del campo hasta que se transforma en pan y se vende al público.
• El productor agrícola debe vender 10,78 kg. de trigo para adquirir 1 kg. de pan en la panadería. La relación cae respecto agosto 2017, ya que el aumento del trigo fue mayor al del pan.