Según INTA Pergamino, "los gusanos blancos corresponden a un grupo de coleópteros de la familia Scarabaeidae, los cuales suelen producir daños durante su estado larval, y este estado –desde eclosión del huevo hasta prepupa y pupa– lo desarrollan dentro del suelo. Es decir, que nunca salen a la superficie, a diferencia de los grillos que salen con frecuencia, producen daños fuera de sus cuevas y, por tal razón, se los puede controlar haciendo una aplicación sobre el suelo.

 

El estado adulto de las distintas especies de gusanos blancos toman la forma de escarabajos. La duración de este estado es relativamente corta, ya que por lo general su principal función es la reproducción. En cambio, la duración del período larval es mucho más larga, y ésta dependerá de la especie que se trate: más de seis meses en D. abderus (ciclo anual), y más de un año para otras especies del complejo (ciclos más extendidos).

 

Varios años de relevamientos de gusanos blancos, efectuados a fines de los 90’ en el núcleo pampeano, indican que las especies más abundantes son: Philochloenia bonariensis, Cyclocephala signaticollis, Diloboderus abderus, C. putrida, C. modesta, Anomala testaceipennis, Heterogeniata bonariensis y otras especies con menor participación en el complejo de gusanos blancos. La predominancia relativa entre estas especies varía según diversos factores, pero fundamentalmente está muy influenciada por el sistema de siembra en relación con el grado de disturbio o roturación del suelo. También inciden: la materia orgánica presente, las rotaciones, etc.

 

De las especies del complejo de gusanos blancos, las dos primeras son las que normalmente se encuentran en mayor cantidad en lotes que hayan tenido, al menos, varios años de producción granífera. Si tenemos en cuenta el impacto de los gusanos blancos en la producción, de todas las especies del complejo sólo la conocida vulgarmente como “bicho torito” Diloboderus abderus es la que realmente importa. O sea que cualquier especie de gusano blanco no da lo mismo.

 

Las larvas de este gusano blanco (bicho torito)  dañan fundamentalmente a las gramíneas anuales, especialmente al cultivo de trigo, aunque también pueden afectar a cultivos de maíz sembrado en época temprana y en directa. También suelen impactar significativamente en varias especies de gramíneas forrajeras perennes, especialmente pasto ovillo entre otras.

 

En trigo no se han registrado pérdidas significativas o económicas producidas por las otras especies de gusanos blancos pertenecientes al complejo, al menos resultantes de mediciones confiables. Por lo tanto, no se debiera confundir ni tomar como si fueran sinónimos: "gusanos blancos" y "bicho torito" (error más que frecuente tanto en la mención oral como escrita). Los gusanos blancos constituyen un “complejo de especies”, y de ese complejo la especie que importa es D. abderus.