CÓRDOBA.- A pesar de la incertidumbre política, las importaciones brasileñas registran una tendencia ascendente y es un alivio para buena parte de las economías regionales de la Argentina. Entre las provincias más "Brasil-dependientes" figuran Buenos Aires, con un 30 % de sus exportaciones a ese destino, Misiones (29%), Río Negro (24%), Mendoza (18%), Salta (16%) y Entre Ríos (13%).

De los US$9000 millones de exportaciones argentinas a Brasil, el 39% corresponde a vehículos, autopartes y motores, el 23% a plásticos, neumáticos y productos químicos, el 15% a productos agroindustriales diversos, el 14% a cereales y el 6% a bienes primarios.

Las ventas a ese destino no sólo acusaron el impacto de su recesión sino también -y fundamentalmente- la pérdida de competitividad local. En los últimos años, una gama amplia de productos argentinos perdieron market share en Brasil, aumentando la participación de países competidores. En vinos, por ejemplo, se perdió terreno a manos de Chile y en ajo, de China.

Un trabajo del economista Jorge Day, del Ieral, describe que como las importaciones también dependen del poder de compra del dólar y, en los últimos dos años, su precio bajó en Brasil, les conviene importar más. "Mayor crecimiento de la economía y dólar más barato son dos fuerzas que contribuyen a que sus importaciones crezcan", apuntó.

En el nordeste argentino, la jurisdicción más vinculada a Brasil es Misiones, con la industria papelera. En el noroeste está Salta, destacándose en los porotos. Y en la Patagonia, Río Negro que comparte con el Alto Valle, su especialidad en peras y manzanas. Aunque hay una leve mejora a inicios de este año, sus exportaciones vienen cayendo desde hace varios.

En Cuyo, Mendoza es la más Brasil-dependiente, especialmente en productos del agro (ajo) y agroindustrial (algo de vinos, frutas industrializada y productos olivícolas). Para este año, se esperan buenas cosechas, lo cual estas industrias contarán con más materia prima para producir y luego exportar.

"El impacto no es parejo regionalmente. Las jurisdicciones que exportan productos regionales son las que recibirán mejor las noticias de mayores importaciones de Brasil, gracias a su mayor crecimiento (aunque leve) y al encarecimiento de su economía", sostuvo Day.

Remarcó que la mejor coyuntura no debe hacer olvidar que estos sectores no se vieron favorecidos por las políticas de la última década y redujeron su competitividad: "En general, sus costos aumentaron a mayor ritmo que los precios de ventas. La menor competitividad argentina también golpeó los precios de las materias primas; si al sector exportador le cuesta cada vez más vender, tienen cada vez menos fondos para pagar por sus insumos, que es el precio percibido por los productores", dijo.

Además, el economista enfatizó que, como la Argentina es "más cara", Brasil opta por sustituirla como proveedora en varios productos, por lo que en los últimos años cayeron más -o aumentaron menos- las compras de productos desde la Argentina que desde el resto del mundo. Hay unas pocas excepciones como malta, porotos y ciruelas secas.