Para el Gobierno, el acuerdo entre Carrefour -que días atrás presentó un proceso preventivo de crisis (PPC)- y el sindicato de Comercio está cerca de resolverse. Luego de la tercera audiencia, ayer en el Ministerio de Trabajo, se pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando los empresarios y los gremios volverán a verse la caras.

"Está cerca", dijo a LA NACION una fuente oficial que está al tanto de la negociación entre las partes. "Seguimos sin acuerdo", dijeron, no obstante, en la empresa. En ambas partes destacaron la predisposición al diálogo, que seguirá hoy en la cartera que conduce Jorge Triaca, luego del cuarto intermedio decretado ayer.

"Ellos están preocupados", reconocieron en el gremio de Comercio. "Nosotros no queremos ni despidos ni que haya rebajas salariales", esgrimieron dirigentes del sindicato que maneja Armando Cavalieri. En esa organización afirmaron que Carrefour están buscando un "subsidio al trabajo", lo que se traduce como "una baja de contribuciones patronales".

"Eso no va a pasar porque el Gobierno teme que si lo avala se venga un efecto dominó y se sumen otras empresas al mismo pedido", agregaron en la entidad gremial.

La semana pasada, fuentes de la empresa habían afirmado a LA NACION que requerían "medidas integrales" para lograr la "sustentabilidad de la empresa". Sin embargo, no habían querido precisar a qué se referían con ese pedido.

Semanas atrás, la compañía francesa presentó un proceso preventivo de crisis (PPC) para debatir en terreno oficial la situación de su negocio en medio de un estancamiento del consumo masivo en la Argentina, cambios de hábito de consumo de los clientes, pero también frente a una informalidad del 60% en el sector comercial, lo que implica una fuerte desventaja competitiva teniendo en cuenta la elevada presión fiscal. El reclamo fue avalado directamente por el presidente Mauricio Macri en una entrevista con el diario español ABC, en la que cuestionó a los supermercados de origen chino. Esto sucedió incluso a pocos días de que comenzara a regir la obligación del uso del posnet para todos los comercios y luego de la presentación de la mesa de competitividad del sector, en la que hubo fuertes enfrentamientos entre representantes de los supermercados del interior y los comercios de origen asiático.

En este contexto, Carrefour arrancó a comienzos de este año una significativa reestructuración de su negocio a nivel mundial, que implica ajustes, cierres de locales, transformaciones de hipermercados en mayoristas y una apuesta a sus servicios de venta digitales, entre otros planes. En la sede en la Argentina fueron desplazados el presidente y varios directivos. Sin embargo, fuentes locales de la empresa despegan el cambio global de los problemas locales.

"Nosotros decimos que no va a haber ningún despido", dijo la semana pasada a LA NACION Armando Cavalieri, secretario general del gremio de Comercio. "Ahora, la empresa dice que al que se quiera ir voluntariamente le pagará el 150% de la indemnización y que se quiere ahorrar mil salarios. Vamos a seguir negociando eso y otras cosas", acotó entonces. Ayer en el sindicato de Comercio ratificaron la posibilidad de que se abriera un plan de retiros voluntarios, pero evitaron dar números precisos.

Todo continuará hoy en un nuevo encuentro en Trabajo.

Cambios en el consumo masivo

Proceso preventivo

Carrefour ingresó semanas atrás en un proceso preventivo de crisis que puso en vilo a sus cerca de 19.000 trabajadores en el país.

Las causas

La alta informalidad, el costo argentino y cambios en hábitos de consumo del público impulsaron su crisis en el país, dicen en la empresa.