Por la devaluación del peso y el traslado a los precios de los aumentos de tarifas de los servicios públicos, la inflación de marzo llegó al 2,3% y acumula en el primer trimestre un 6,7%. Así, en lo que va del año ya se consumió el 42% de la meta proyectada por el Gobierno para este año (del 15%), que, según estiman distintos analistas, será muy difícil de cumplir. Ahora el foco está puesto en el resultado que arroje este mes, cuando impactarán los aumentos del gas, del transporte y de los combustibles.

Alimentos y bebidas, cuotas de los colegios privados, indumentaria y comunicaciones fueron los rubros que impulsaron la variación del IPC nacional en marzo, según el documento que difundió ayer el Indec. Sin embargo, el dato que generó más preocupación entre los expertos fue el llamado IPC núcleo, una medición que excluye los precios regulados y los estacionales, y que alcanzó el mes pasado su mayor aumento desde que el organismo hace el cálculo nacional: 2,6%.

Pese a que el Banco Central (BCRA) creía que había frenado la inercia de la también llamada inflación subyacente el año pasado, los cambios impulsados por el Gobierno en las metas de inflación -y la devaluación del peso de cerca del 16% entre diciembre y febrero pasados- sumado a las alzas de tarifas de los servicios públicos provocaron un rebrote fundado en un traslado a precios del movimiento del tipo de cambio, pero también en los llamados aumentos de segundo y tercer orden derivados de la corrección tarifaria. Ejemplo: las subas de luz y gas que recibieron fabricantes y comerciantes terminaron dos meses después en los precios de los alimentos.

Si bien los analistas no esperan más sobresaltos con el valor del dólar en los próximos meses y creen que las subas de tarifas se moderarán, desde este mes comenzaron a precipitarse los cierres de acuerdos salariales en las paritarias. Este fenómeno mantendría cierta inercia inflacionaria hasta el cierre del semestre, según los analistas del sector privado. Los primeros seis meses del año mostrarían -según estas estimaciones- una suba de precios acumulada de 12% (un 80% de la meta oficial, según los cálculos de Ecolatina). La proyección para el final de este año roza el 22%, seis puntos por encima de las perspectivas oficiales, pero algunos puntos por debajo de lo que marcó la suba de precios de 2017: 24,8%.

Los capítulos que impulsaron el nivel general el mes pasado fueron, según datos del Indec, educación (13,8%), equipamiento y mantenimiento del hogar (4,5%), alimentos y bebidas (2,3%), comunicación (2,7%) e indumentaria (4,4%).

El incremento en el rubro equipamiento y mantenimiento del hogar, estimaron en el organismo estadístico, fue uno de los que explicaron cómo las subas de los precios regulados -tarifas- terminan en la inflación núcleo. Dentro de ese agregado aumentó el valor de los viáticos que cobran los trabajadores de casas particulares como consecuencia de las subas del transporte en los meses pasados.

"El dato fue negativo", afirmó a LA NACION Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina. "Pero lo peor fue la inflación núcleo, la más elevada desde que hay registros", agregó el economista. En el trimestre, la inflación subyacente cerró en 6,3%, esto quiere decir que mostró un avance mensual promedio de 2,1%, lo que explica la cautela del BCRA con sus tasas de referencia. "Este es un dato preocupante", agregó Sigaut Gravina.

"Es un proceso inflacionario que nos aleja mucho de la meta oficial y el diagnóstico del Banco Central. Es un brote inflacionario fuerte, que demuestra que no todo tiene que ver con los servicios públicos, y que tiene entre sus causas el movimiento del dólar, una segunda vuelta del impacto de subas de tarifas y el alza de los combustibles", esgrimió.

"El registro de inflación de marzo vuelve a mostrarse elevado", coincidió Gabriel Zelpo, economista jefe de Elipsys. "El IPC nacional del Indec presentó un incremento levemente por encima de nuestra estimación", dijo. "La inflación núcleo se acelera considerablemente. Este registro se ubica en 2,6%, frente al 2,3% registrado por nuestro índice. El promedio de tres meses de inflación núcleo sube a 2,1%, frente al 1,8% de febrero", indicó el especialista. "Para abril, prevemos un registro cercano a 2,4%. Se explica por las subas en la tarifa de gas (32%), combustibles (4%) y una estacionalidad positiva en indumentaria", enumeró.

"No se logró frenar la creación de dinero y en consecuencia no se logró frenar la inflación", tuiteó Ramiro Castiñeira, director de Econométrica. "Sea porque hay que financiar al Tesoro, porque hay que recomponer las saqueadas reservas o por impulsar el crédito. La inflación es unicausal, lo que es múltiple son las justificaciones para emitir", completó.

"Es un dato malo y esperable. La inflación se aceleró por alimentos y eso se tradujo en una aceleración de la inflación núcleo, en meses en los que la suba de tarifas y del dólar pasan factura, mientras los salarios están planchados a la espera de las paritarias", afirmó Federico Furiase, director de la consultora Eco Go.

Agregó que para abril proyecta una inflación en torno del 2,5% impulsada por transporte, gas y naftas, pero también alimentos, que deja un arrastre elevado, por lo que la núcleo puede mostrar cierta resistencia a la baja. "Para abril proyectamos una inflación acumulada de 9,3%, con lo que para cumplir con la meta del 15% el ritmo de inflación mensual tendría que viajar en promedio al 0,64% entre mayo y diciembre. Es muy difícil de alcanzar sin enfriar la economía", señaló Furiase.

"El dato más preocupante es que la inflación núcleo fue de 2,6% mensual, la más alta en la serie que arrancó en enero de 2017. Parte de este comportamiento tiene que ver con la suba del tipo de cambio desde diciembre pasado", sostuvo a LA NACION Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos.

Para Tiscornia, el cambio de tono en los comunicados del BCRA, en los que se muestra dispuesto a subir su tasa de política monetaria y a seguir interviniendo en el tipo de cambio, permite esperar que la inflación núcleo baje en los próximos meses. A esto -dice- se sumará, sobre todo en el segundo semestre, una menor incidencia de ajustes en las tarifas.

El Banco Central, más optimista

En un post en su blog, el Banco Central dio ayer su opinión sobre la marcha de la inflación. "Entre diciembre de 2017 y marzo de 2018, la inflación núcleo respondió menos que en episodios anteriores a los shocks de precios regulados y tipo de cambio", comienza el texto escrito por Diego Crochi y Cecilia Pazos. "El subíndice regulado del IPC nacional registró un alza acumulada de 19,1% en dicho período, con fuertes subas en gas y electricidad. Adicionalmente, se observó una rápida y marcada depreciación del tipo de cambio nominal multilateral, que acumuló un alza de 15% en dos meses", describieron. Para los expertos, sin embargo, el ritmo del aumento de la inflación es similar al del año pasado pese a que las tarifas subieron más.