ROSARIO.- La empresa cerealera Cargill decidió ayer "interrumpir preventivamente" las operaciones en las plantas de Villa Gobernador Gálvez, cercana a Rosario, y en Bahía Blanca, donde se suspendió al personal sin goce de sueldo hasta el próximo martes. El gremio de los trabajadores aceiteros, por su parte, denunció que se trata de un "lockout patronal". Cargill es la principal exportadora de granos y subproductos. El año pasado despachó cerca de 11,5 millones de toneladas, el 14% del total colocado en el exterior por las empresas del sector.

La empresa argumentó, a través de un comunicado, que "debido a las condiciones inseguras de trabajo que se vienen dando desde el 16 de marzo en las plantas de molienda de Villa Gobernador Gálvez y Bahía Blanca, Cargill ha decidido interrumpir preventivamente las operaciones en dichas plantas, con suspensión del personal sin goce de haberes, en principio hasta el 10 de abril próximo".

A fin de enero pasado, la empresa anunció 44 despidos, aunque finalmente se concretaron 33, ya que once operarios se plegaron a retiros voluntarios. Luego, el Ministerio de Trabajo de Santa Fe dictó la conciliación obligatoria, pero vencido el plazo Cargill avanzó con las cesantías y el gremio impulsó un plan de lucha con la realización de paros intermitentes.

"Dado que es nuestra prioridad la seguridad del personal, de las operaciones y de las comunidades en donde estamos presentes, y en virtud de los paros no programados que se suceden de forma frecuente e intermitente en distintas áreas de trabajo, que nos impiden operar en condiciones seguras, es que nos vemos obligados a tomar esta decisión. Asimismo, estamos haciendo las denuncias y presentaciones pertinentes ante las autoridades laborales y organismos de control correspondientes", advirtió la empresa.

Desde el Sindicato de Obreros y Empleados de Aceiteros de Rosario repudiaron esa decisión. "Cargill sostiene que no están dadas las condiciones necesarias de seguridad física de las personas, equipos, instalaciones y procesos. La empresa, que tiene ganancias exorbitantes, no solo despide arbitrariamente, sino que ahora realiza un lockout patronal e impide el ingreso de los trabajadores", señaló un comunicado difundido por el Sindicato de Obreros y Empleados de Aceiteros de Rosario.

El secretario de prensa del gremio, Sergio Díaz, dijo que "Cargill sostiene que no están dadas las condiciones necesarias de seguridad, lo cual es claramente una excusa para no abrirles las puertas a los trabajadores".

"No solo despide arbitrariamente, sino que ahora realiza un lockout patronal e impide el ingreso de los trabajadores", apuntó el dirigente.

También se sumó a la polémica el diputado nacional por Santa Fe Luis Contigiani, que criticó a la compañía.

"Repudio con toda mi fuerza el accionar patoteril de esta multinacional, injustificado y avalado por el Ministerio de Trabajo de la Nación. Jorge Triaca, más que funcionario nacional, parece representante de la multinacional, que despidió sin causa a 44 empleados y ahora redobla la apuesta", señaló el legislador en declaraciones a la Radio UNR.

"Los santafesinos no deberíamos tolerar esta actitud de Cargill, mucho menos en esta coyuntura", dijo el diputado y exministro de Producción de Santa Fe.