El negocio del agro no debe mirarse a corto plazo. No deben hacerlo así los productores y no lo hacen así las empresas más importantes, que miran un horizonte de varios años. Es el caso de Red Surcos, la principal compañía de agroquímicos de capital argentino, que está lanzada a un ambicioso plan de crecimiento en el país y en el exterior, que incluye duplicar su capacidad de producción en los próximos años.
Con ese objetivo, la firma colocó recientemente en los mercados financieros una Obligación Negociable (ON) por unos 250 millones de pesos, capital que destinará a ampliar la capacidad de producción para abastecer la creciente demanda esperada tanto a nivel nacional como internacional.
A pesar de la debacle generalizada que los mercados financieros internacionales sufrieron a principios de febrero, la compañía logró colocar la totalidad de la ON, emitida en dólares, lo cual demuestra la confianza generada en los inversores.
“Ya estamos invirtiendo ese dinero para seguir con nuestra expansión local, con nuevos productos en base a nanotecnología y fundamentalmente herbicidas. Pero también para el crecimiento internacional, sobre todo en Brasil, donde tenemos la exclusividad de varios importantes productos hormonales por un plazo de 20 años”, señaló Sebastián Calvo, presidente de Red Surcos.

Brasil es el principal mercado de agroquímicos a nivel mundial, en el que compiten fuerte las principales empresas globales. Allí, para fines del año próximo o principios de 2020 ya se estarán vendiendo los productos de la compañía de Calvo, fabricados en las plantas que tiene en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.
La financiación obtenida a través de la ON, que se colocó a 3 años de plazo y a una tasa del 8%, permitirá, entre otras cosas, aumentar la capacidad de producción de los tres productos que se enviarán a Brasil: un 2.4d (aquí llamado Dédalo Elite, uno de los líderes del mercado), un dicamba (en Argentina denominado Cowboy Elite) y un Picloram (conocido en nuestro país como Pinar).
“Otras patentes similares recibimos también el año pasado en lo que podríamos llamar la capital triguera mundial: Rusia, Ucrania y otros países cercanos. El crecimiento que estamos generando en nuestra capacidad de producción (que vamos a duplicar) también servirá para abastecer la demanda que surgirá desde allí en los próximos años”, explicó el ejecutivo.
Y agregó, orgulloso, que “todo lo nuevo que vamos a exportar se producirá en la Argentina. Es más trabajo local, tanto en forma directa como indirecta”.
La apuesta es fuerte, si se tiene en cuenta que solo el mercado de agroquímicos brasileño es unas cinco veces más grande que el de Argentina, que el año pasado generó negocios por unos 2.500 millones de dólares, mientras que los brasileños superaron largamente los 10.000 millones de dólares.
La nueva colocación de Red Surcos en los mercados financieros sigue a la que llevó a cabo el año pasado, en la que obtuvo unos 100 millones de pesos que destinó a objetivos similares.
Con estos planes, la principal empresa de agroquímicos de capitales argentinos pisará fuerte en el más importante polo triguero mundial (que tiene su eje en Rusia y Ucrania) y en el más fuerte de la soja, que es el Mercosur (con Brasil y Argentina a la cabeza).

La planta industrial de Recreo, en Santa Fe. Es una de las fábricas donde crecerá fuerte la producción con destino a la exportación.
Calvo explica que, en una primera etapa, esto implicará que en las fábricas ubicadas en Florencio Varela (Buenos Aires) y Recreo (Santa Fe) pasarán de trabajar un turno y medio, como ahora, a las 24 horas.
Y agregó que en los planes está duplicar la cantidad de empleados en esas plantas, que se ubica cerca de las 100 personas.
El presidente de Red Surcos explica que se están transformando “en una empresa global, con un foco muy fuerte en impulsar la productividad reduciendo el impacto de la agricultura en el ambiente y también en los alimentos”.
En ese camino, sostiene que se seguirán apoyando muy fuerte en la nanotecnología, de la que son pioneros en el agro argentino, y mirando de cerca a los productos biológicos que empiezan a jugar un rol cada vez más importante en el mercado de protección de cultivos.
“Nosotros nos vemos como una compañía de innovación. Por eso,  todos los gerentes deben dedicar el 20% de su tiempo a temas vinculados a la innovación y tenemos un Comité de Innovación que se reúne una vez por mes”, explica Calvo.
Y puntualiza que están sumando a su equipo ingenieros agrónomos, químicos y biólogos, ya que también están creciendo en el negocio de los fertilizantes.
En definitiva, en un mercado que habla de las fusiones de las grandes compañías globales (Monsanto-Bayer, Dupont-Dow o Syngenta-ChemChina), hay jugadores locales importantes que también están creciendo, y no sólo en el mercado argentino, sino también a nivel internacional, porque quieren triunfar en las grandes ligas.
Y tienen con qué.