Uno de los puntos que viene trabajando la mesa sectorial láctea es un Código de buenas prácticas comerciales, centrado en dos ejes: acortar los plazos de pago y que las góndolas tengan un porcentaje de productos elaborados por pequeñas y medianas industrias.

Recordemos que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) realizó un estudio sobre el sector, que recomendó revisar la relación de los diferentes actores de la cadena, como aquella de los supermercados y los proveedores, algo que ha merecido iniciar un estudio mas abarcativo que estaá en marcha.

En la última mesa sectorial, desarrollada a mediados de febrero, especialistas de la CNDC explicaron el método de investigación y las fallas que encontraron dentro del sector en cuanto a transparencia y lealtad comercial.

De allií surgió la necesidad de establecer un Código de buenas prácticas para la lechería argentina.

Unión Europea

A mediados de julio de 2017 la Unión Europea realizó una consulta pública acerca de una propuesta legislativa elaborada por el Grupo de Trabajo de Mercados Agropecuarios proponiendo modificaciones en las políticas que regulan las cadenas agroalimentarias respecto a prácticas comerciales injustas, transparencia de mercado y participación de los productores.

Esta iniciativa está enfocada en la relación comercial entre los supermercados y sus proveedores y analiza la posibilidad de elevar a nivel europeo la política que desde 2009 puso en marcha el Reino Unido. La Comisión de Competencia de Mercado de este país investigó en 2008 al supermercadismo y encontró que era un sector ampliamente competitivo pero que a pesar de esto algunos de los supermercados tenían prácticas abusivas con sus proveedores, a través de la cuales les transferían excesivo riesgo y costos inesperados. A partir de esta conclusión, el gobierno británico creó un código de buenas prácticas de implementación obligatoria para las 10 cadenas más grandes del país y una autoridad de aplicación del código.

El código cubre exclusivamente la relación entre los supermercados y cada uno de sus proveedores estableciendo límites en cuanto a los plazos de pago, los descuentos y los cargos que los supermercados le cobran a sus proveedores. En 2016 los primeros 3 reclamos que los proveedores hicieron frente a la autoridad supermercadista fueron: 1) descuentos en las facturas con o sin aviso, 2) cargos excesivos de marketing o diseño por parte de los supermercados, 3) penalidades por menores ventas por parte de los supermercados.

Fuente: Infortambo