SAN NICOLÁS.- Pega el sol en San Nicolás: 9 de la mañana y ni una nube en el horizonte. Los nicoleños miraban con asombro un embotellamiento en el camino habitual desde el Hotel Colonial, donde anteanoche se realizó la cena para expositores con la presencia de la gobernadora María Eugenia Vidal en la muestra. Algunos conductores baqueanos se animaban a tomar un atajo para llegar a tiempo al primer día de la mayor exposición a cielo abierto del campo argentino: Expoagro 2018.

Los globos con forma de dirigibles contrastaban en el cielo azul. Mayor cantidad de expositores, más organización en las entradas y estacionamientos, calles más anchas y asfaltadas, más espacio entre stands. El público coincidió en las mejoras de la muestra -que por segundo año tuvo lugar en su sede estable del predio en San Nicolás, a la altura del kilómetro 225 de la ruta 9- respecto de 2017.

Boris Jancic amaneció a las 5 en Ramos Mejía. Cuatro horas después visitaba los stands de maquinarias. "Es mi primera vez en Expoagro y me gusta: está prolijo y bien pensado", afirmó. A su lado, José Smrdelj, productor de Lobos, agregó: "Las calles están mejor y hay más maquinaria: se nota que han invertido".

La exposición cuenta con 202.000 metros cuadrados, mientras que en 2017 la superficie había sido de 180.000 metros cuadrados. "Hay más unidades para exhibir", dijo Sebastián Fiori, asesor de ventas de la concesionaria oficial Chaye Hermanos, en el stand de John Deere, uno de los más grandes del predio. "Se sumaron productos lanzados este año: sembradoras, pulverizadoras, maquinaria de forraje, cortapicadoras y enfardadoras", afirmó. Con respecto a las consultas de los clientes, el vendedor dijo que algunos deciden la compra en el momento y otros programan la operación para la próxima campaña.

Además, explicó que este año John Deere inauguró un stand específico para ganadería con rotoenfardadoras, línea de mixers y tractores con pala. "La ganadería es un sector en expansión y la empresa va en línea con ese crecimiento", concluyó.

A las 11, comenzó la mateada en el stand del Banco Provincia con payador incluido. Los organizadores repartían mate y termos al público, en su mayoría familias, que se acomodaban en los bancos de madera. Mientras, Jorge Simmermacher, de Villa Mercedes, contador y fundador de Pymes Productoras de Biodiésel, afirmó: "La muestra está más amplia, se camina más tranquilo". Más allá, una niña de unos ocho años intentaba desafiar a un toro mecánico en el stand de New Holland: debía permanecer 30 segundos. No lo logró, pero aun así se llevó un premio.

Sergio Gómez y Ricardo Bosisio llegaron desde Tandil. Ambos encargados de campos comentaron que ya habían comenzado con la cosecha de girasol. "Vimos una extractora y una embolsadora. Con el financiamiento en cuatro meses lo pagás", afirmó Bosisio, de 61 años.

Pasadas las 11, el calor iba en aumento. Algunos privilegiados circulaban en carritos eléctricos. El sonido de las radios que transmitían en vivo se interrumpió con el ruido de un helicóptero. A lo lejos, el vehículo presidencial se acercaba. El vallado ya estaba armado. Los perros rastreadores de explosivos hacían su trabajo. Minutos después, el público se concentró para escuchar un discurso corto, pero significativo. Mauricio Macri anunciaba beneficios para los productores afectados por la sequía. "Gracias por recibirme. Estamos en el camino de la normalidad, la apasionante tarea de construir la normalidad", dijo antes de cerrar su discurso. Los aplausos del público se intensificaron cuando terminó sus últimas palabras.