En medio de las pérdidas de volúmenes de producción por la sequía, Santa Fe tiene un "as en la manga" según algunos analistas. Con las subas en el precio de la harina de soja, podría amortiguar la baja en la producción.

A pesar de que las pérdidas productivas a nivel nacional no lograrán ser compensadas por el alza de los precios internacionales (considerando la producción agrícola, molienda de soja y exportaciones de granos), Santa Fe -al igual que en 2016- podría mostrar un desempeño diferencial respecto del resto del país.

La concentración del 86% de la molienda nacional en la provincia y la posibilidad capitalizar en mayor medida el salto en el precio de la harina de soja a nivel internacional permitiría amortiguar el impacto de la caída de la producción agrícola, según un análisis de la economista del Ieral, Carolina Beltramino.

Con una producción de soja de 42 millones de toneladas y un nivel de utilización de la oferta de soja similar al registrado en 2016, los stocks finales resultarían en 16,6 millones de toneladas y el valor bruto de la producción conjunta del sector agrícola y la industria oleaginosa en Santa Fe alcanzaría los 20.672 millones de dólares. El aporte al crecimiento de la economía provincial sería de 0,5% del Producto Bruto Geográfico (PBG).

La economista también plantea un escenario "moderado" con el mismo volumen de producción, pero un nivel de uso de la oleaginosa "bajo", como fue el del año pasado. En ese esquema, los niveles de molienda a nivel provincial tendrían una caída interanual de 3,3 millones de toneladas. Sin embargo, los elevados precios internacionales de la harina lograrían compensar los menores volúmenes.

La baja en los niveles de producción, efecto de la mayor retención de soja en comparación con el escenario más optimista, se estima en 1190 millones de dólares, equivalente a un aporte del 0,4% al crecimiento del PBG provincial.

Si el volumen se redujera a 40,1 millones de toneladas, manteniendo el mismo nivel de utilización de la oferta de soja que en 2017, la caída en el nivel de molienda sería de 4,7 millones de toneladas, y el impacto en términos del PBG implicaría una baja interanual del 0,1%.

El reporte repasa que el año pasado el Valor Bruto de la Producción agrícola santafesina fue de 3866 millones de dólares, lo que implicó un crecimiento interanual del 26%. Ese incremento hizo un aporte a la evolución de la economía provincial de 1,2% interanual.

En 2017 hubo una caída del 10% interanual en el valor bruto generado por la producción industrial de aceite y harina de soja, con un impacto negativo de 0,5% en el PBG. A nivel agregado, la producción agrícola y la actividad de la industria oleaginosa aportaron a la provincia un crecimiento cercano a 1,3% del PBG.

La industria oleaginosa arrancó este año con un inventario de soja de 23,4 millones de toneladas, 5,4 millones más que en 2017 y 10 millones por encima de los stocks iniciales en los últimos dos años de mayor sequía (2009 y 2012).

Sin embargo, los stocks iniciales contribuirían a compensar, solo en parte, la caída en el nivel de producción esperada en relación al año anterior, y se estima una merma en la oferta de la oleaginosa de producción nacional (sin considerar las importaciones temporarias) de más de 10 millones de toneladas.

Por: Gabriela Origlia