Por esa poda, esa cartera ya ahorró en $100 millones sus gastos. El achique ya venía con el exministro de Agroindustria Ricardo Buryaile, focalizado, tras reducir de 700 a algo más de 400 el parque automotor, en bajar más de 10% el presupuesto para este año. A Buryaile mismo la Jefatura de Gabinete le había aplicado un recorte cuando en lugar de girarle $4500 millones (entre fondos para los productores de soja del norte, el Fondagro y otros planes para economías regionales) solo recibió $1800 millones.

Al fusionarse las Secretarías de Agricultura Familiar y Coordinación y Desarrollo Territorial -eso se realizó en la gestión de Buryaile- la cartera en ese momento quedó con 23 dependencias menos. Con el anterior ministro también circulaba la idea de bajar el gasto en alquileres en Buenos Aires activando la construcción de un edificio propio en un terreno que tiene el Ministerio en el puerto porteño.

En este contexto, trascendió que en Agroindustria están poniendo la lupa sobre el gasto en la decena de alquileres de edificios tanto en Buenos Aires como el interior. El Inase, por ejemplo, es un organismo que paga alquiler por su edificio.

"Se está viendo lo que se alquila por demás", contó una fuente al tanto de ese movimiento en esa cartera.

En Agroindustria sostienen que puede haber "duplicación de sedes" en el alquiler de edificios para una misma función y apuntarán a eliminar el gasto que no sea necesario.

"Estamos tratando de eficientizar", agregó la fuente conocedora de las tratativas en esa cartera oficial.

Para ese proceso Agroindustria está en contacto con la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), que concentra el inmobiliario del Estado, y el Ministerio de Modernización.

Según la fuente, no se avanzará sobre la figura de las delegaciones en el interior. Vale recordar que las delegaciones sirven, por ejemplo, para hacer relevamientos de cultivos que se informan a la sede central.

Como anticipó LA NACION, para ahorrar en alquileres el Senasa también está mudando oficinas a sedes de las sociedades rurales en el interior. Muchas de las oficinas del Senasa estaban en las rurales pero se fueron durante el kirchnerismo obligadas tras el conflicto del campo con el gobierno anterior por las retenciones móviles. Al Estado eso le significó pagar nuevos alquileres.