Esta misma columna, dos semanas atrás, finalizaba: "Muchos productores estarán deseando una soja de US$300 y un maíz de US$200 pero el clima durante febrero y su impacto sobre el mercado tienen la última palabra". Y fue realmente así: el clima tuvo, tiene y seguirá teniendo la última palabra al menos para las próximas tres semanas.

Durante marzo se espera que no se produzcan lluvias en abundancia que puedan llegar a perjudicar la cosecha. El clima seguirá siendo factor de mercado hasta que el último grano esté en el silo. Es un dicho común entre los productores "hasta que no esté el grano en el silo no contemos ni las pérdidas ni las ganancias". Y esta semana la soja llegó a superar los US$294 por tonelada mientras el cierre de mayo fue de US$293,4. Prácticamente no hay pase entre el disponible y la soja nueva. Además, la cosecha ya empezó con gran oferta de soja de la campaña pasada y un mayor ritmo en las ventas del grano nuevo para entrega futura.

Transitando mediados de febrero, los cultivos de verano están en plena etapa de floración, maduración y formación de chauchas o espigas. Un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires de esta semana confirma que hay 13 millones de hectáreas entre soja, maíz y girasol con condiciones de humedad de suelo entre regular y malo. Una lluvia en cantidad durante las próximas dos semanas podrá frenar las pérdidas ya ocurridas, pero difícilmente podrá compensar las mismas. Sin lugar a dudas que serán de mucha ayuda pero el daño ya está hecho.

El mercado ya tiene asumido que la cosecha de soja de la Argentina tendrá una merma importante con respecto a las estimaciones preliminares. En septiembre, cuando se desconocía la evolución y el efecto de la sequía, las estimaciones se ubicaban en un rango de 57 a 60 millones de toneladas en base a clima normal. En el contexto actual, las estimaciones se ubican en un rango de 45 a 50 millones de toneladas, con mayores chances de estar en el umbral más bajo.

El principal motivo por el cual se mantiene firme la soja en Chicago y en la Argentina es por la pérdida de 10 millones de toneladas en nuestro país que tendrán efecto sobre el menor volumen de molienda de soja y la caída en la producción y oferta de exportación de harina de soja.

La Argentina es el primer exportador mundial de harina de soja y una caída de diez millones de toneladas en la molienda implica una merma de 8 millones en la producción y exportación. Por este motivo. los precios de la harina en Chicago subieron 31 dólares por tonelada, cerrando la jornada del jueves a 411 dólares contra el cierre del viernes 9 a 379. El análisis del margen de molienda da una suba de 31 dólares en la harina de soja lo que debería impactar en un aumento de 25 dólares por tonelada en el precio del poroto pero el mercado ha tenido un aumento de sólo 15 dólares: es probable que la soja tenga por delante un potencial teórico de suba de hasta 10 dólares.

Ahora sí, estamos cerca de los 300 dólares por tonelada, y si bien queda todavía mucho camino por recorrer, es momento de enfriar la cabeza e ir vendiendo un porcentaje simbólico tanto de soja disponible como de soja futura nueva cosecha. Después de todo nadie se fundió por ganar poco. Además, "los árboles no crecen hasta el cielo"; llamamos a la prudencia.