Cuando faltan días para que en la provincia de Buenos Aires comiencen a llegar las boletas para el pago de la primera cuota del impuesto inmobiliario rural, que vence en marzo, en distintos sectores de la producción agropecuaria muchos propietarios de campos ya pudieron observar, consultando con su número de partida en la página web de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA), que, anualizado, el tributo tendrá este año una suba del 60% comparando con lo pagado en 2017.

En noviembre pasado, la Legislatura bonaerense aprobó una suba del 50% para el impuesto inmobiliario rural vigente este año. El campo provincial buscó que el incremento fuera de menos del 30%. El gobierno de María Eugenia Vidal se encolumnó detrás del ministro de Economía, Hernán Lacunza, para defender el aumento. Las autoridades apuntan a sumar $2134,4 millones a la recaudación total de este tributo, que alcanzaría más de $6800 millones en todo el año.

Tal vez para evitar que el salto en el impuesto parezca tan fuerte, el gobierno bonaerense cambió la forma de distribuir el pago del impuesto. De tres cuotas que se pagaban hasta el año pasado, durante 2018 se pasará a cuatro cuotas, la primera con vencimiento el mes próximo. Las siguientes serán en junio, septiembre y noviembre.

"Dividen el cargo anual en cuatro cuotas y eso hace que cuando llegue la primera boleta parezca que no aumentó tanto. Así, tomando la última cuota de 2017 versus la primera de 2018 da un incremento ilusorio del 19,53%, pero es un cálculo errado, porque antes eran tres cuotas y ahora son cuatro", explicó Claudia Schiro, gerenta de una empresa que explota campos en el norte bonaerense.

Con los números de partida catastral en mano, Schiro accedió a la información que brinda la página de Internet de ARBA. Allí pudo verificar que midiendo el monto anual de este año y el pasado muestra incrementos cercanos al 60% en el impuesto inmobiliario rural, tanto para campos chicos como para los de mediana superficie.

En Rojas, en plena zona agrícola núcleo del país, un campo de 550 hectáreas que pagó en todo 2017 la suma de $570.577,60 este año tendrá que destinar un total de $911.654,40, un 59,78% de incremento. Para poner otro ejemplo, allí una parcela de 210 hectáreas que en 2017 pagó un total de $153.943,20 este año tendrá que abonar $245.346,40, un 59,37% más. En la misma zona, una parcela más chica, de 70 hectáreas, que desembolsó $39.784,50 con las tres cuotas de 2017 en 2018 con las cuatro cuotas pagará $63.392,80, un 59,34% más.

Para la responsable de la empresa que trabaja campos en esa región, el impuesto está lejos de ser progresivo. "Tanto para un campo de 550 hectáreas como para otro de 60 hectáreas el porcentaje de incremento es el mismo, y este cálculo no contempla el aumento del impuesto adicional por cuitificación , que se aplica cuando un mismo CUIT tiene más de una parcela", señaló la ejecutiva.

En la zona de Rojas, según una estadística que lleva Schiro, el Inmobiliario Rural aumentó desde 2006 hasta este año un 1559,80% para la parcela de 70 hectáreas, 1988,25% para la de 210 hectáreas y 1433,78% para el campo de 550 hectáreas.

Consultada por LA NACION, una fuente de ARBA destacó que "hay una cuota más [para el pago] a pedido de las entidades del campo", precisó que "no se aplicó el revalúo en las tierras generales porque ya se había realizado en 2012" y señaló que "el promedio [de suba del Inmobiliario Rural] queda en un 50% anualizado".

Según Alejandro Larroudé, de la consultora Barrero & Larroudé, el aumento del tributo "impacta en el resultado de las empresas" del campo, que ya vienen registrando la suba de otros costos para producir, como el gasoil. En esa consultora registraron en la página de ARBA valores del impuesto para la zona de Trenque Lauquen. En este caso, hay incrementos en torno del 40%. En la firma detectaron esa variación para parcelas que van de 20 a 700 hectáreas.