Quién hubiera pensado que el precio de la soja disponible podría superar los US$280 como lo hizo a mitad de semana, cuando llegó al máximo de US$282? La soja está arriba de una ola alcista, de muy difícil predicción y diagnóstico para el corto a mediano plazo. La situación climática de extrema sequía (humedad superficial mínima) en más del 70% de las zonas agrícolas del país no es un buen augurio para el desarrollo de los cultivos de verano. Tanto la soja como el maíz están sufriendo la falta de lluvias, que impiden recomponer la humedad de los suelos y agravan el momento de mayor demanda de agua, floración, formación y llenado de granos en maíz y formación de chauchas en el caso de la soja.

Los números de superficie sembrada de soja son muy distintos de acuerdo con la fuente, y van desde 16 millones hasta 18 millones de hectáreas. De arranque tenemos una brecha de dos millones de hectáreas, equivalentes a seis millones de toneladas. Si a este análisis le agregamos el efecto negativo de la falta de lluvias durante diciembre y enero, tenemos que descontar por lo menos el 15% de la producción potencial, esto es, nueve millones de toneladas menos. En el balance global estamos hablando de una caída en la producción de soja 2018 de 15 millones de toneladas versus el potencial. Esto es de los 60 millones de toneladas potenciales antes del comienzo de las siembras, la cosecha real puede llegar a ser de 45 millones de toneladas, a menos que milagrosas lluvias durante febrero reviertan el actual patrón de sequía.

En el caso del maíz la situación es muy alarmante, fundamentalmente para los maíces de segunda ya implantados y los que no se pueden sembrar por falta de humedad en los suelos. Más alarmante es todavía que el Ministerio de Agroindustria mantenga una superficie de maíz de 8,5 millones de hectáreas. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires considera una superficie de cinco millones de hectáreas. Debería separarse la superficie destinada a forrajero de la de grano.
El maíz disponible tocó el máximo de US$158, a un paso de los US$160, mientras que los futuros julio, momento en que ingresa la cosecha de maíz de segunda o tardío cotiza a US$153 por tonelada. Desde el punto de vista biológico y del estado de los cultivos, el maíz sembrado temprano no ha sufrido la sequía como el tardío. Si bien la superficie de siembra de maíz de segunda es superior a la superficie de los maíces de siembra normal, este año la producción de maíz cosecha temprana podrá ser mucho mayor, cambiando el patrón comercial respecto del ciclo 2016/17. Este año la crema del postre serán los maíces de cosecha en marzo y abril, mientras que los tardíos hoy son una incógnita. Por este motivo la exportación está pagando por el maíz disponible lo mismo que paga por las posiciones marzo, abril y mayo. La cosecha de maíz ya empezó desde el punto de vista de la demanda de los exportadores.

Muchos productores estarán deseando en una soja de US$300 y un maíz de US$200. El clima durante febrero y su impacto sobre el mercado tienen la última palabra. Y no hay que olvidar que los US$250 para el precio de soja con cosecha no es lo mismo que US$300 sin tener nada que cosechar. Por las dudas que no me toque a mí.